El tejido de la amistad



Había una vez una niña llamada Ana, de trece años, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Ana era la mayor de tres hermanos y su mamá trabajaba todo el día en la fábrica para poder mantenerlos.

Un día, mientras caminaba por el centro del pueblo, Ana vio un cartel que decía "Se busca ayudante en la panadería". Sin pensarlo dos veces, entró a la tienda y preguntó si podía trabajar allí.

El dueño de la panadería se sorprendió al ver a una niña tan joven interesada en trabajar, pero después de hablar con ella y entender su situación familiar, aceptó darle una oportunidad. Ana comenzó a trabajar todos los días después de clases.

A veces se sentía cansada y quería renunciar, pero recordaba lo importante que era ayudar a su mamá y seguía adelante.

Un día, mientras estaba entregando el pan fresco a las casas del pueblo junto al dueño de la panadería, escucharon un grito desesperado desde una casa cercana. Corrieron hacia allí para encontrar a una mujer mayor tendida en el piso con mucho dolor.

El dueño llamó inmediatamente a emergencias mientras Ana se quedaba con la señora para asegurarse de que estuviera bien hasta que llegara ayuda. La mujer le contó a Ana sobre su soledad y cómo no tenía familia cerca para cuidarla.

Después de ese día, cada vez que iba por esa calle durante sus entregas matutinas antes del colegio, pasaba por la casa de esa señora para saludarla. Con el tiempo se hicieron amigas y Ana incluso le llevaba pan fresco y la ayudaba con las compras.

Un día, la señora le dijo a Ana que le gustaría enseñarle a tejer. Ana aceptó emocionada y aprendió rápidamente cómo hacer bufandas y gorros. Con su nueva habilidad, comenzó a vender sus creaciones en la tienda de la panadería.

Poco a poco, las ventas aumentaron y el dueño de la panadería se dio cuenta del talento de Ana para los negocios. Le ofreció un trabajo mejor remunerado como gerente de ventas.

Ana estaba muy feliz de poder ayudar aún más a su familia con este nuevo trabajo, pero no olvidó nunca lo importante que es tener tiempo para ayudar a otros que lo necesitan.

Gracias al valor y perseverancia de Ana, logró salir adelante en momentos difíciles y aprender importantes valores sobre el trabajo duro, amistad y solidaridad.

FIN.

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