El terremoto de Chocolate y sus amigos

Había una vez un pequeño árbol de avellanas llamado Chocolate. Vivía en el bosque junto a sus amigos, los árboles de café y las plantas de cacao.

Un día, mientras Chocolate estaba disfrutando del sol en su rama más alta, sintió un fuerte temblor en la tierra. Era un terremoto. Todos los árboles y plantas se sacudieron violentamente.

Cuando el temblor terminó, Chocolate miró alrededor y vio que muchos de sus amigos habían perdido algunas ramas o incluso se habían caído por completo. Árbol Café estaba muy preocupado por la situación: "¡Oh no! ¿Cómo vamos a sobrevivir sin nuestras ramas? ¡No podemos hacer fotosíntesis sin ellas!".

Chocolate también estaba triste al ver a sus amigos heridos, pero decidió no darse por vencido tan fácilmente. "¡No te preocupes amigo mío!", dijo con optimismo, "aún podemos encontrar una manera de sobrevivir".

Fue entonces cuando tuvo una idea brillante: podían ayudar unos a otros para seguir creciendo y producir frutos deliciosos juntos. Así que Árbol Café compartió algunos nutrientes con las plantas de cacao cercanas para ayudarlas a recuperarse más rápido.

A su vez, las plantas de cacao compartieron algunos nutrientes con los árboles dañados para ayudarlos también. Con el tiempo, todos comenzaron a sanar y crecer nuevamente gracias al trabajo en equipo y la ayuda mutua.

Y lo mejor de todo es que ahora producían frutos aún más sabrosos que antes gracias a esta cooperación. Chocolate, Árbol Café y las plantas de cacao aprendieron una valiosa lección: que la amistad, el trabajo en equipo y la ayuda mutua son fundamentales para superar los momentos difíciles.

Desde aquel día, todos los árboles y plantas del bosque vivieron en armonía y felicidad. Y Chocolate siempre recordaba esa experiencia como un ejemplo de cómo, incluso cuando todo parece perdido, siempre hay una manera de seguir adelante juntos.