El tesoro bajo la lluvia



Había una vez un niño llamado Martín, que vivía en un pequeño pueblo. Un día lluvioso, mientras caminaba por la calle con su paraguas, vio algo brillante en el suelo.

Se acercó y descubrió que era un billete de 50 euros. Martín sintió una mezcla de emoción y confusión. No sabía si debía quedarse con el dinero o intentar buscar a su dueño.

-¿Qué debo hacer con esto? -se preguntó Martín a sí mismo, mirando a su alrededor bajo la lluvia. Decidió que lo correcto era buscar al dueño del billete, así que tomó el dinero y decidió preguntar en todas las tiendas del pueblo si alguien lo había perdido.

Sin embargo, después de recorrer todo el pueblo sin encontrar al dueño, Martín comenzó a desanimarse. Fue entonces que recordó un letrero que había visto en el poste de la plaza que decía: 'Ayuda a los que más lo necesitan'. Entonces, Martín tuvo una brillante idea.

Decidió donar el dinero a un refugio local para animales abandonados. Cuando llegó al refugio, el dueño, emocionado, le preguntó por qué había decidido hacer esa donación.

-Yo encontré este billete en la calle, pero no pude encontrar a su dueño, así que pensé que sería mejor ayudar a los animalitos que no tienen hogar ni comida -respondió Martín con una sonrisa. El dueño del refugio abrazó a Martín y le agradeció su gran corazón.

Martín se sintió orgulloso de su decisión y entendió que, a veces, el verdadero tesoro no está en el dinero, sino en hacer el bien a los demás.

Desde ese día, Martín siguió buscando maneras de ayudar a los demás, siempre recordando que una pequeña acción puede marcar la diferencia para alguien más.

FIN.

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