El Tesoro de Bosa Santa Fe

En el barrio Bosa Santa Fe, un grupo de amigos se reunía cada tarde para jugar en el parque.

Entre ellos estaban Lautaro, un chico soñador que siempre traía ideas nuevas, y su amiga Sofía, que tenía una gran pasión por la aventura. Un día, Lautaro llegó emocionado y les dijo: -¡Chicos, encontré un viejo mapa en el ático de mi abuelo! ¡Dice que hay un tesoro escondido en el barrio! -.

Las letras estaban borrosas, pero la idea de encontrar un tesoro emocionó a todos. Así, decidieron emprender una búsqueda que los llevaría a explorar los rincones más inesperados de Bosa, desde la plaza central hasta el río que esperaba al final del barrio.

Mientras

seguían las pistas del mapa, se encontraron con Doña Lela, una anciana que vivía cerca del parque. -¿A dónde van tan apurados? - preguntó ella, sonriendo. -¡Estamos buscando un tesoro! - respondió Sofía, con ojos brillantes.

Doña Lela rió suavemente y les dijo: -El verdadero tesoro no siempre está en el oro o en las joyas, a veces está en la amistad y en los recuerdos que crean juntos-.

Los chicos, tras varias aventuras, aprendieron que la verdadera joya de su búsqueda era el tiempo que pasaban juntos, ayudándose y riendo. Al final, encontraron una caja llena de cartas y dibujos de ellos mismos, que habían hecho en años anteriores, y comprendieron que el mayor tesoro era el lazo que tenían como amigos.