El Tesoro de Iker, el Niño Valiente



Había una vez en la hermosa comarca de Villa Esperanza, un niño llamado Iker. Era conocido por todos como el niño más hermoso y valiente de toda la región.

Tenía unos grandes ojos verdes y rizos dorados que le daban un aspecto encantador. Iker vivía con su madre, Doña Clara, en una pequeña casa cerca del bosque.

A pesar de ser tan joven, Iker siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás y nunca tenía miedo de enfrentarse a cualquier desafío. Un día, mientras caminaba por el bosque, Iker escuchó un llanto desgarrador proveniente de detrás de unos arbustos. Sin pensarlo dos veces, se acercó para averiguar qué estaba pasando.

Para su sorpresa, encontró a un pajarito atrapado en una red. - ¡No te preocupes pequeño pajarito! ¡Voy a salvarte! - exclamó Iker decidido. Con mucho cuidado, liberó al pajarito y lo sostuvo suavemente en sus manos.

El pajarito miró a Iker con gratitud y comenzó a cantarle una dulce melodía. - Gracias Iker por salvarme. Eres realmente valiente y bondadoso - dijo el pájaro emocionado.

Iker sonrió ampliamente y decidió llevar al pajarito hasta su hogar para cuidarlo hasta que se recuperara completamente. Los días pasaron y el pajarito comenzó a sentirse mejor gracias al amoroso cuidado de Iker. Un día, mientras jugaban juntos en el jardín trasero, el pájaro le contó a Iker sobre un tesoro escondido en el bosque.

- Hay una leyenda que dice que si alguien encuentra el árbol mágico, será recompensado con una bolsa llena de monedas de oro - dijo el pájaro emocionado.

Iker no pudo resistirse a la idea de encontrar ese tesoro y decidió embarcarse en una aventura sin precedentes. Con su mochila llena de provisiones y su valentía intacta, se adentró en el espeso bosque junto al pajarito.

Mientras caminaban por el bosque, Iker y el pajarito se encontraron con varios desafíos. Cruzaron ríos caudalosos, escalaron altas montañas y sorteando trampas astutas. Finalmente, después de mucho buscar, llegaron a un claro del bosque donde se encontraba un majestuoso árbol centenario rodeado de mariposas multicolores.

Era el árbol mágico del que hablaba la leyenda. Iker miró asombrado alrededor y vio una pequeña bolsa colgando de una rama baja del árbol. Se acercó cautelosamente y tomó la bolsa entre sus manos temblorosas.

Al abrirla, sus ojos se iluminaron al ver las monedas doradas brillantes dentro. Sin embargo, antes de tomar cualquier moneda para sí mismo, Iker pensó en cómo podría utilizar ese tesoro para ayudar a los demás en su comunidad.

Decidió donar todas las monedas para construir un parque infantil para los niños menos privilegiados de Villa Esperanza. Cuando regresó a la comarca, Iker fue recibido como un héroe. Todos estaban impresionados con su valentía y generosidad.

Gracias a él, los niños de Villa Esperanza ahora tenían un hermoso parque donde podían jugar y divertirse. Iker se dio cuenta de que el verdadero tesoro no estaba en las monedas de oro, sino en el amor y la felicidad que podía compartir con los demás.

Desde ese día, Iker continuó ayudando a quienes lo necesitaban y siempre recordó la importancia de ser valiente y generoso.

Y así, Iker el niño más hermoso y valiente de toda la comarca, dejó una huella imborrable en el corazón de todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo.

FIN.

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