El Tesoro de la Amistad


Había una vez en un lugar aterrador llamado "El Bosque de las Sombras", donde vivían criaturas misteriosas y peligrosas. En este bosque habitaban el valiente conejito Bruno, la curiosa ardillita Lola y el sabio búho Don Quijote.

Un día, mientras jugaban cerca del río, escucharon unos extraños ruidos provenientes de una cueva cercana. Decidieron investigar y descubrieron que dentro de la cueva se encontraba un antiguo mapa que parecía llevar a un tesoro escondido.

Sin pensarlo dos veces, los tres amigos decidieron emprender esta emocionante aventura. Siguiendo las indicaciones del mapa, llegaron a una montaña gigante conocida como "El Pico Helado". Allí se encontraron con el temible dragón Guego, quien protegía el tesoro.

El dragón les dijo:- ¡Intrusos! ¿Qué hacen aquí? Bruno, sin perder su valentía, respondió:- Venimos en busca del tesoro que nos indica este mapa. El dragón Guego lo miró sorprendido y decidió ponerlos a prueba para ver si eran dignos de obtenerlo.

Los desafió a cruzar un puente muy estrecho y peligroso sobre un abismo profundo. Con mucho cuidado y trabajando en equipo, los amigos lograron cruzar el puente sin caerse. El dragón quedó impresionado por su astucia y coraje.

Continuando con su camino hacia el tesoro, llegaron al Lago Guioso, donde habitaba una criatura llamada Guillermina la sirena guapa pero un poco gruñona.

Guillermina les dijo:- ¿Qué hacen en mi lago? ¡Nadie puede pasar sin antes resolver mi acertijo! Lola, siempre curiosa, se acercó y preguntó:- ¿Cuál es el acertijo, Guillermina? La sirena respondió:- Si me das una respuesta correcta, podrán continuar su camino hacia el tesoro.

El acertijo es: "¿Qué tiene ojos pero no ve?"Bruno pensó durante unos segundos y finalmente dijo:- La respuesta es: una aguja. Guillermina sonrió y los felicitó por su inteligencia. Los amigos siguieron adelante con más confianza en sí mismos. Finalmente, llegaron a la Cueva del Tesoro.

Allí encontraron montones de monedas de oro y piedras preciosas brillantes. Pero también descubrieron que el tesoro estaba custodiado por una enorme araña llamada Guisela. Guisela era amigable pero muy protectora del tesoro.

Les advirtió:- Solo aquellos que sean verdaderamente valientes y generosos podrán llevarse algo de este tesoro. Los amigos decidieron compartir las riquezas entre ellos y dar parte a los demás habitantes del bosque para ayudarlos a mejorar sus vidas.

Guiados por la nobleza de sus corazones, lograron convencer a Guisela de que eran dignos merecedores del tesoro. Con gran alegría regresaron al bosque llevando consigo no solo tesoros materiales sino también la amistad fortalecida por esta gran aventura.

Desde ese día, Bruno, Lola y Don Quijote se convirtieron en héroes del Bosque de las Sombras y su historia inspiró a muchos otros a enfrentar sus miedos y luchar por sus sueños.

Y así, con valentía, inteligencia y generosidad, nuestros amigos demostraron que no importa cuán aterrador sea un lugar, siempre hay oportunidades para aprender, crecer y encontrar tesoros en los momentos más inesperados.

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