El Tesoro de la Amistad


Había una vez en el colegio Jesús Nazareno, un lugar lleno de alegría y diversión. Todos los años, para celebrar su aniversario, organizaban una gran fiesta llena de sorpresas. Este año no sería la excepción.

La directora del colegio, la señorita Ana, tenía preparada una noche mágica con fuegos artificiales y danzas tradicionales. Los niños estaban emocionados por participar en las actividades y mostrar todo lo aprendido durante el año.

En medio de los preparativos, se encontraban Martín y Sofía, dos amigos inseparables que siempre estaban dispuestos a ayudarse mutuamente. Aunque eran muy distintos entre sí -Martín era extrovertido y aventurero mientras que Sofía era más tímida e inteligente-, juntos formaban un gran equipo.

Un día antes de la fiesta, Martín descubrió algo especial mientras exploraba el sótano del colegio. Era un viejo mapa que mostraba un tesoro escondido en el patio trasero del colegio.

Sin perder tiempo, llamó a Sofía para contarle sobre su hallazgo. "¡Sofía! ¡Tienes que venir rápido! ¡Encontré un mapa del tesoro!"- exclamó Martín emocionado. Sofía llegó corriendo al sótano y observó detenidamente el mapa junto a su amigo.

Juntos decidieron embarcarse en esta nueva aventura para encontrar el tesoro perdido. Al caer la noche de la fiesta aniversaria del colegio Jesús Nazareno, los niños se reunieron en el patio trasero para disfrutar de los fuegos artificiales y las danzas.

Martín y Sofía, sin embargo, tenían otra misión en mente. Siguiendo las pistas del mapa, se adentraron en el jardín del colegio hasta llegar a un árbol centenario. Allí encontraron una llave escondida entre sus raíces.

Sabían que esa llave era la clave para abrir el cofre del tesoro. Con emoción y expectativa, corrieron hacia el lugar indicado por el mapa: debajo de un antiguo roble cerca de la cancha de fútbol. Al llegar al árbol, descubrieron un cofre dorado esperando ser abierto.

Martín tomó la llave y con cuidado abrió el cofre lentamente. Dentro encontraron una carta escrita por los antiguos alumnos del colegio Jesús Nazareno hace muchos años atrás. La carta contaba historias de amistad, aprendizaje y superación.

"¡Wow! ¡Este es nuestro verdadero tesoro!"- exclamó Sofía emocionada mientras leía la carta en voz alta. Ambos se dieron cuenta de que no necesitaban objetos materiales para sentirse felices y realizados.

Lo más valioso estaba dentro de ellos: su amistad y las experiencias compartidas durante su tiempo en el colegio Jesús Nazareno. Con sus corazones llenos de gratitud y alegría, regresaron a la fiesta aniversaria para compartir su descubrimiento con todos los demás niños del colegio.

La directora Ana quedó maravillada al escuchar la historia del tesoro encontrado por Martín y Sofía. En ese momento comprendió lo especial que era cada uno de los niños que formaban parte del colegio Jesús Nazareno.

Desde aquel día, la fiesta aniversaria del colegio se convirtió en una celebración para recordar el verdadero tesoro: la amistad, el aprendizaje y la alegría de ser parte de una comunidad unida.

Y así, año tras año, los niños del colegio Jesús Nazareno continúan celebrando su aniversario con fuegos artificiales, danzas y sobre todo, con el amor y la amistad que los une. Porque en ese colegio especial, todos saben que el mayor tesoro está en sus corazones.

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