El tesoro de la amistad


Había una vez cinco amigos: Valentina, Mercedes, MiaPaz, Helena y Román. Todos ellos vivían en la ciudad y soñaban con tener una aventura emocionante. Un día, decidieron hacer realidad su sueño y se adentraron en la selva.

Al principio, todo parecía tranquilo y pacífico. Los amigos caminaban por el sendero mientras observaban los árboles gigantes y las plantas exóticas que crecían a su alrededor.

Pero de repente, escucharon un fuerte rugido que venía desde lo profundo de la selva. -¿Qué fue eso? - preguntó Valentina asustada. -No lo sé- respondió Román con voz temblorosa. MiaPaz intentó tranquilizarlos:-No hay nada de qué preocuparse chicos. Seguro es algún animal salvaje que está lejos de aquí.

Pero no estaba tan segura como quería aparentar. Los amigos continuaron caminando hasta que llegaron a un río caudaloso que obstaculizaba su camino. De pronto vieron algo brillando entre las rocas del río y se acercaron a ver qué era.

Era un mapa antiguo hecho de piel de animal donde se indicaba cómo llegar a un tesoro escondido en la selva. -¡Guau! ¡Esto sí es emocionante! -exclamó Helena entusiasmada-.

¡Vamos a buscar ese tesoro! Así comenzó la aventura más increíble que habían tenido nunca. Los amigos siguieron el mapa hasta llegar a una cueva oscura donde encontraron varios obstáculos peligrosos como trampas mortales y serpientes venenosas. Pero, gracias a su astucia y valentía, lograron superarlos todos.

Finalmente llegaron al lugar donde se encontraba el tesoro: una hermosa cascada escondida en lo profundo de la selva. Allí encontraron una caja llena de oro y joyas preciosas. -¡Increíble! ¡Lo logramos! -exclamó Mercedes con emoción.

Pero justo cuando estaban celebrando su éxito, apareció un hombre misterioso que parecía ser el dueño del tesoro.

El hombre les explicó que ese tesoro había pertenecido a sus antepasados y que estaba destinado a ser usado para ayudar a las personas necesitadas en las comunidades cercanas. Los amigos comprendieron entonces que el verdadero valor del tesoro no estaba en su riqueza material sino en la posibilidad de hacer el bien con él.

Así, decidieron entregarle todo el tesoro al hombre misterioso para que pudiera cumplir con la misión de ayudar a los demás. -Gracias chicos por entender la verdadera importancia de este tesoro -dijo el hombre misterioso-.

Ustedes han demostrado tener un gran corazón y eso es lo más valioso que hay en este mundo.

Los amigos regresaron a casa llenos de orgullo por lo que habían hecho y prometieron seguir teniendo aventuras emocionantes pero siempre recordando cuál era la verdadera razón por la cual hacían las cosas: ayudar a los demás. Y así termina esta historia infantil inspiradora y educacional sobre Valentina, Mercedes, MiaPaz, Helena y Román quienes vivieron una aventura fantástica en la selva.

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