El tesoro de la amistad
Había una vez en un hermoso bosque, tres amigos muy especiales: Tomás, el niño con discapacidad motora; Lucas, el niño con discapacidad intelectual; y Sofía, la niña de altas capacidades.
A pesar de ser diferentes entre sí, compartían una gran amistad y siempre estaban dispuestos a ayudarse mutuamente. Un día soleado, mientras paseaban por el bosque, encontraron una pequeña tortuga llamada Tita. La pobre tortuga se movía muy despacio debido a su caparazón pesado.
Tomás se sintió identificado con ella y decidió acercarse para ofrecerle su ayuda. "Hola Tita, me llamo Tomás. Veo que te cuesta moverte por tu caparazón tan grande.
Yo también tengo dificultades para caminar, pero juntos encontraremos la manera de adaptarnos al mundo que nos rodea", dijo Tomás con una sonrisa amigable. Tita aceptó encantada la ayuda de Tomás y juntos idearon un ingenioso arnés que le permitiera transportar su caparazón sin problemas.
Desde ese momento, Tita pudo moverse más ágilmente por el bosque gracias a las adaptaciones creadas por su amigo. Mientras tanto, Lucas observaba atentamente cómo nadaba un pez llamado Pipo en un arroyo cercano. Pipo tenía dificultades para recordar las cosas y aprender nuevas habilidades.
Lucas sabía lo frustrante que podía ser eso ya que él también enfrentaba desafíos similares en su aprendizaje diario. Inmediatamente se acercó a Pipo y le dijo:"Hola Pipo, soy Lucas. Veo que tienes dificultades para recordar las cosas.
A veces me pasa lo mismo, pero juntos encontraremos la manera de adaptarnos y aprender cosas nuevas". Lucas creó un sistema de colores y formas para ayudar a Pipo a recordar las tareas diarias.
Gracias a estas adaptaciones, Pipo pudo desarrollar nuevas habilidades y sentirse más seguro en sus aprendizajes. Mientras tanto, Sofía observaba desde una rama del árbol todo lo que sucedía en el bosque.
Ella era una niña brillante y curiosa, pero no siempre se sentía comprendida por los demás debido a su inteligencia excepcional. Un día, mientras estaba pensando en cómo ayudar a sus amigos de manera significativa, vio volando al búho sabio llamado Ulises.
Sin perder tiempo, decidió acercarse y entablar una conversación con él. "Hola Ulises, soy Sofía. Veo que eres muy inteligente y sabes muchas cosas interesantes. A veces siento que nadie me entiende porque tengo muchas preguntas en mi mente.
¿Podrías enseñarme algo nuevo?"Ulises quedó impresionado por la sed de conocimiento de Sofía y aceptó encantado convertirse en su mentor. Juntos exploraron el bosque aprendiendo sobre diferentes especies de árboles, plantas y animales.
Con el paso del tiempo, Tomás con su ingenio ayudó a Tita a moverse mejor; Lucas con sus sistemas visuales ayudó a Pipo a recordar más fácilmente; y Sofía junto al búho Ulises expandieron su conocimiento compartiendo experiencias únicas.
El bosque se convirtió en un lugar donde la inclusión y la amistad eran los pilares fundamentales. Todos aprendieron a valorar las diferencias de cada uno y a trabajar juntos para superar cualquier obstáculo que se les presentara.
Y así, en ese bosque mágico, Tomás, Lucas, Sofía y todos los demás animales descubrieron que la verdadera riqueza radica en la diversidad y en el poder de adaptación. Aprendieron que no importa cuán diferentes sean, siempre pueden encontrar una manera de ayudarse mutuamente y hacer del mundo un lugar mejor para todos.
Fin.
FIN.