El tesoro de la amistad


rimonio de los ciudadanos de Cali. Todos admiraban la escultura y se sentían orgullosos de vivir en una ciudad tan solidaria. En medio de la multitud, se encontraba Valentina, una niña curiosa y llena de energía.

Valentina siempre estaba buscando aventuras y nuevas formas de ayudar a los demás. Un día, mientras observaba el monumento con asombro, notó algo extraño. Había un pequeño agujero en la base de la escultura que parecía haber sido hecho recientemente.

Valentina decidió investigar más a fondo y se acercó sigilosamente al monumento. Miró dentro del agujero y descubrió un mapa antiguo que mostraba un tesoro escondido en algún lugar de Cali.

Emocionada por esta sorpresa inesperada, decidió embarcarse en una emocionante búsqueda para encontrar el tesoro perdido. Corrió hacia su casa para buscar su mochila y llamar a sus amigos Mateo y Sofía para que la acompañaran en esta aventura.

Juntos, examinaron el mapa detenidamente e hicieron planes para explorar diferentes lugares emblemáticos de la ciudad. Su primera parada fue el Cristo Rey, una enorme estatua ubicada en lo alto de una montaña cercana. Allí esperaban encontrar pistas que los llevaran más cerca del tesoro escondido.

Subieron las escaleras hasta llegar a los pies del Cristo Rey y comenzaron a buscar entre las rocas. - ¡Aquí hay algo! -exclamó Mateo emocionado-. Parece ser parte de un rompecabezas.

Sofía tomó el pedazo encontrado por Mateo y lo examinó cuidadosamente. Con destreza, comenzaron a unir las piezas y poco a poco se reveló una imagen de la iglesia La Ermita. - ¡Vamos! Debemos ir allí de inmediato -dijo Valentina entusiasmada.

Llegaron a La Ermita y buscaron en el interior del templo. Esta vez encontraron un mensaje escrito en un antiguo pergamino que decía: "Dirígete al río Cali y busca bajo el puente más antiguo".

Rápidamente, se dirigieron hacia el río Cali y encontraron el puente mencionado en el mensaje. Bajo él, descubrieron una caja fuerte oculta entre las piedras. - ¡Lo logramos! -gritaron emocionados los tres amigos al abrir la caja fuerte-.

Pero, ¿qué hay dentro? Para su sorpresa, no había oro ni joyas preciosas dentro de la caja. En cambio, encontraron una carta escrita por los fundadores de Cali hace muchos años.

Los fundadores explicaban que este tesoro era simbólico y representaba algo mucho más valioso que cualquier objeto material: la solidaridad y amabilidad entre los ciudadanos. Valentina, Mateo y Sofía entendieron entonces el verdadero significado detrás del monumento de la solidaridad.

No importaba si habían encontrado un tesoro físico o no; lo importante era cómo habían trabajado juntos para resolver pistas difíciles y recorrer su hermosa ciudad en busca del tesoro perdido. Los tres amigos regresaron a casa con sonrisas radiantes en sus rostros.

Comprendieron que la verdadera riqueza estaba en la amistad y en ayudar a los demás. A partir de ese día, se comprometieron a ser solidarios y amables con todos a su alrededor, recordando siempre el mensaje del monumento de la solidaridad.

Y así, Valentina, Mateo y Sofía continuaron viviendo aventuras juntos, inspirando a otros niños y niñas de Cali a ser solidarios y valientes. Porque en el corazón de cada ciudadano reside un tesoro único que puede cambiar el mundo si lo comparten con amor y generosidad.

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