El tesoro de la amistad
Asunción y Emilio eran dos amigos inseparables. Todos los días iban juntos a la escuela, compartían meriendas y jugaban en el recreo.
Pero lo que más les gustaba era recibir regalitos de parte de su seño, la maestra Ana. Un día, mientras estaban sentados en sus pupitres, la maestra Ana anunció que había una sorpresa especial para ellos. Los ojos de Asunción y Emilio se iluminaron de emoción.
"¡Chicos, hoy vamos a hacer un concurso!", dijo la maestra Ana con entusiasmo. "El que demuestre más creatividad en su tarea recibirá un regalo muy especial". Los niños no podían creerlo.
Estaban acostumbrados a recibir pequeños detalles como stickers o caramelos, pero esta vez parecía ser algo diferente. La tarea consistía en escribir una historia sobre amistad y valentía. Ambos amigos se pusieron manos a la obra e hicieron todo lo posible por crear las historias más maravillosas del mundo.
Pasaron los días y llegó el momento de presentar las historias ante toda la clase. La maestra Ana escuchó atentamente cada relato con una sonrisa en su rostro.
Cuando terminaron todas las presentaciones, la maestra tomó una decisión difícil pero justa:"Asunción y Emilio, han hecho un trabajo increíble", comenzó diciendo. "Sus historias reflejan valores importantes como el compañerismo y el coraje". Ambos amigos se miraron emocionados sin saber quién sería el ganador.
"Pero solo puedo elegir a uno de ustedes para darle el regalo especial", continuó la maestra Ana. "Y ese ganador es... "Todos los ojos estaban puestos en ella, mientras Asunción y Emilio esperaban ansiosos. "¡Asunción!", anunció la maestra. El rostro de Emilio se iluminó con una sonrisa genuina.
Aunque no había ganado, estaba feliz por su amiga. La maestra Ana explicó que la historia de Asunción era muy especial porque hablaba sobre cómo superar miedos y ayudar a otros.
Era una historia inspiradora que demostraba el valor de la amistad verdadera. Emilio felicitó a su amiga con un abrazo y le dijo:"¡Eres increíble, Asunción! Tu historia me hizo sentir valiente". Asunción agradeció emocionada a su amigo y compartió su regalo con él.
Los dos amigos sabían que lo más importante no era ganar un premio, sino tenerse el uno al otro en momentos difíciles. Desde aquel día, Asunción y Emilio siguieron siendo inseparables. Juntos enfrentaron nuevos retos, siempre apoyándose mutuamente y celebrando cada pequeño logro.
Y aunque recibían regalitos de parte de su seño de vez en cuando, lo más valioso para ellos era haber encontrado en el otro un verdadero amigo para toda la vida.
FIN.