El tesoro de la amistad



Había una vez, en lo más profundo del océano, un pez muy especial llamado Azulito. Este pez era diferente a los demás, ya que su color azul brillante resaltaba entre el resto de los habitantes del mar.

Un día, mientras nadaba por los arrecifes de coral, Azulito se encontró con una estrella de mar llamada Estrellita. La estrella de mar estaba triste porque había perdido una de sus puntas y no podía moverse con facilidad.

"Hola Estrellita, ¿qué te pasó?" preguntó Azulito con curiosidad. "Hola Azulito, perdí una de mis puntas y ahora me cuesta desplazarme por el fondo del mar" respondió la estrella con voz apagada. Azulito sintió mucha empatía por Estrellita y decidió ayudarla.

Juntos buscaron algas y piedras para construirle un refugio donde pudiera descansar y recuperarse. Día tras día, Azulito visitaba a Estrellita llevándole comida y contándole historias sobre sus aventuras en el océano.

Un día, mientras exploraban una cueva submarina, se encontraron con un pulpo llamado Osmar que estaba atrapado entre unas rocas. Sin dudarlo, Azulito y Estrellita se acercaron para ayudarlo a liberarse. "¡Hola amigos! Muchas gracias por venir en mi ayuda" dijo Osmar con alivio.

"No hay problema Osmar, estamos aquí para ayudarte" respondió Azulito sonriendo. Con esfuerzo y trabajo en equipo lograron sacar al pulpo de su aprieto.

Agradecido, Osmar les mostró un tesoro escondido en la cueva: un cofre lleno de joyas relucientes que brillaban bajo el agua cristalina. "¡Wow! ¡Qué hermoso tesoro!" exclamó Estrellita emocionada. "Es increíble lo que podemos lograr cuando trabajamos juntos" agregó Azulito feliz.

Desde ese día, Azulito, Estrellita y Osmar se convirtieron en grandes amigos y juntos exploraban los secretos del océano compartiendo alegrías y aventuras inolvidables. Y así demostraron que la verdadera magia está en la amistad y la solidaridad entre todos los seres vivos del mar. Fin

FIN.

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