El tesoro de la amistad

Había una vez en un hermoso pueblo, un niño llamado Mateo, a quien le encantaba jugar en el parque con sus juguetes favoritos. Sin embargo, había algo especial en su tesoro: un camión de bomberos brillante y reluciente que nunca quería compartir con nadie.

Un día, mientras Mateo jugaba en el parque, se acercó su amiga Lola. "¡Hola Mateo! ¿Puedo jugar contigo?" -dijo Lola con una sonrisa. Mateo, aferrando su camión de bomberos, respondió con desgano: "No, este es mi camión y no quiero compartirlo." Lola se sintió triste, pero decidió no rendirse.

Al día siguiente, Mateo se encontró con su amigo Tomás en el parque. "¡Hola Mateo! ¿Quieres jugar al fútbol conmigo?" -preguntó Tomás emocionado. Mateo, mirando su camión de bomberos, contestó rápidamente: "No, prefiero jugar solo con mi camión." Tomás se sintió frustrado, pero decidió no darse por vencido.

Un día, una niña llamada Sofía se acercó a Mateo en el parque. "¡Hola Mateo! ¿Podría jugar un rato con tu camión?" -preguntó con amabilidad. Mateo, sintiéndose presionado, respondió: "No, este es solo para mí, no quiero compartirlo con nadie." Sofía, aunque un poco triste, decidió pensar en una solución.

Esa noche, Mateo se fue a dormir reflexionando sobre los eventos del día. Recordó las caritas tristes de sus amigos y sintió un poco de arrepentimiento por ser egoísta con su tesoro. Al día siguiente, Mateo llevó su camión al parque como de costumbre, pero esta vez, algo era diferente. Vio a Lola, Tomás y Sofía jugando juntos y riendo. Mateo se acercó y preguntó: "¿Puedo unirme a ustedes?" Los niños lo miraron con sorpresa y alegría, y le dijeron: "¡Claro Mateo, únete!" Mateo, un poco nervioso, respondió: "Lo siento por no haber querido compartir mi camión antes. Quiero ser parte de su diversión." Los niños sonrieron y aceptaron a Mateo en su juego.

Desde ese día, Mateo aprendió que compartir no significa perder, sino ganar nuevos amigos y momentos de diversión. Aprendió que la verdadera riqueza está en la amistad y en el amor que compartimos con los demás.