El Tesoro de la Amistad



En un pequeño pueblo lleno de coloridas flores y árboles frondosos, vivían dos mejores amigos: Tomi, un alegre perrito de pelaje marrón, y Lila, una curiosa gatita de suaves rayas grises. Siempre compartían aventuras y hacían todo juntos, desde jugar en el parque hasta explorar el bosque detrás de sus casas.

Un día, mientras paseaban por el bosque, Lila encontró un viejo mapa arrugado entre las hojas. "¡Mirá, Tomi! ¿Qué creés que sea esto?"- preguntó, emocionada.

"No tengo idea, pero parece un mapa del tesoro!"- dijo Tomi, moviendo su cola de felicidad.

Decididos a encontrar el tesoro, siguieron las indicaciones del mapa, que los llevó a un misterioso lago rodeado de piedras brillantes.

"¡Estamos cerca, Lila!"- exclamó Tomi mientras olfateaba el aire con entusiasmo. "Mirá, dice que tenemos que buscar un árbol gigante que tiene una marca en forma de estrella."

Ambos amigos comenzaron a buscar el árbol. Después de unos minutos de búsqueda, Lila se detuvo y gritó: "¡Ahí está!"- señalando un gran árbol con una marca en forma de estrella en su tronco. Sin embargo, justo cuando estaban por acercarse, un fuerte viento comenzó a soplar, haciendo que las ramas del árbol se movieran de manera aterradora.

"No puedo acercarme, Tomi. ¡Me da miedo!"- dijo Lila asegurándose de mantenerse cerca de su amigo.

"No te preocupes, yo estaré contigo. ¡Vamos juntos!"- respondió Tomi, tomando valor. Juntos, se acercaron al árbol, y a medida que se acercaban, una gran sombra se formó y aparecieron tres animales: un búho sabio, un conejo veloz y un zorro astuto.

"¿Qué quieren de nosotros?"- preguntó Lila con un tono asustado.

"Nosotros somos los guardianes del tesoro, pero antes deben demostrar que su amistad es verdadera"- respondió el búho.

Los amigos se miraron y asintieron al unísono. Así comenzó la prueba. El conejo les explicó que debían resolver tres acertijos antes de poder acceder al tesoro. El primero fue un enigma sobre las flores que tenían que plantar para que creciera un jardín. El segundo, un juego de memoria que requería que se recordaran de una historia que habían compartido. Y el tercero, resolver un laberinto juntos sin separarse uno del otro.

Después de mucho pensar y trabajar en equipo, Tomi y Lila finalmente lograron resolver todos los acertijos.

"¡Lo hicimos! ¡Lo hicimos!"- gritó Tomi, saltando de alegría. El búho sonrió, y la sombra de los guardianes se disipó.

"Han demostrado que se cuidan mutuamente y que su amistad es un verdadero tesoro. Aquí tienen lo que buscan." -dijo el búho, señalando una caja dorada que se abrió, revelando un montón de dulces y un libro titulado 'Las aventuras de la amistad'.

Tomi y Lila miraron atónitos y sonrieron. El verdadero tesoro no eran solo los dulces, sino el valor de enfrentar sus miedos juntos y fortalecer su amistad.

"Gracias, amigos. ¡Esto es increíble!"- dijo Lila. "La amistad siempre será nuestro mayor tesoro"- agregó Tomi, mientras ambos disfrutaban de su botín bajo el árbol gigante. Y así, dos amigos disfrutaron no solo de su tesoro, sino del aprendizaje de que la verdadera amistad es inquebrantable y un tesoro para toda la vida.

FIN.

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