El tesoro de la amistad



Había una vez, en una isla lejana, un pirata llamado Capitán Barbanegra, un fantasma llamado Fantasmín y un robot llamado Robi. Ellos fueron amigos, a pesar de ser muy diferentes entre sí. De hecho, su amistad era tan fuerte que les ayudaba a resolver cualquier problema que se presentara.

Un día, mientras exploraban la isla, el Capitán Barbanegra encontró un viejo mapa del tesoro.

"¡Miren esto, amigos!" - exclamó emocionado. "¡Parece que hay un tesoro escondido en la cueva embrujada!"

"¡Genial! Pero, ¿y si el tesoro está custodiado por monstruos?" - dijo Fantasmín, temeroso.

"No hay monstruos que no podamos enfrentar juntos" - respondió Robi, con su voz metálica. "Solo necesitamos planearlo bien."

Así que los tres decidieron ir a la cueva. En el camino, justo cuando estaban cruzando un puente colgante, el viento sopló fuerte y Barbanegra casi cae.

"¡Sujétate fuerte, Capitán!" - gritó Fantasmín, usó su mano espectral para estabilizar al pirata.

"¡Gracias, Fantasmín!" - dijo Barbanegra, aún con el corazón acelerado.

Al llegar a la cueva, se encontraron con un gran acertijo escrito en la pared.

"Sin alas, vuelvo al hogar, en la tormenta no debo temer, ¿quién soy yo?" - leyó Robi en voz alta.

"Hmm, parece que se refiere a un pájaro" - dedujo Barbanegra.

"¡O un barco!" - añadió Fantasmín, entusiasmado.

Después de un rato, el robot se iluminó.

"¡Ya sé! ¡Es el viento! Es lo único que no tiene alas pero puede volar."

Con la respuesta correcta, una puerta secreta se abrió y los tres entraron. Dentro, encontraron el tesoro: no eran monedas ni joyas, sino un enorme cofre lleno de libros.

"Esto no es lo que esperaba, pero... ¿son libros?" - preguntó Barbanegra.

"Sí, y estos libros nos enseñarán sobre otros lugares y aventuras que podemos vivir juntos" - explicó Robi, mientras miraba los títulos brillantes.

"¡Maravilloso! ¡El verdadero tesoro es el conocimiento!" - Exclamó Fantasmín, contento.

Así que, en vez de oro, se llevaron su tesoro a casa, prometiendo leer un libro cada semana juntos, enriqueciendo así su amistad con cada historia.

"La amistad y el aprendizaje son los mejores tesoros de todos" - reflexionó Barbanegra, mientras los tres se reían y planeaban su próxima aventura.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!