El tesoro de la amistad en el bosque
En una granja en medio del campo vivían tres amigos muy especiales: Burrito, Gallo y Vaca. Ellos eran inseparables y siempre se divertían juntos.
Burrito era el más chiquito pero también el más valiente, Gallo era el más simpático y Vaca la más sabia. Un día, mientras paseaban por los campos de maíz, escucharon un rumor que venía de la otra punta de la granja.
Se decía que en el bosque cercano había un tesoro escondido y que quien lo encontrara tendría todo lo que quisiera. "¡Eso suena increíble! ¡Debemos ir a buscar ese tesoro!" -exclamó emocionado Burrito. Gallo revoloteaba de alegría y Vaca asintió con tranquilidad. "¡Vamos juntos, como siempre! Será una aventura maravillosa.
"Pero no todos estaban contentos con la idea. El cerdo Don Chanchito los observaba desde lejos con envidia. Él siempre había deseado tener todo para él solo y esta oportunidad le parecía perfecta para lograrlo.
Así que mientras los tres amigos preparaban sus mochilas para salir en busca del tesoro, Don Chanchito ideaba un plan para sabotear su misión. La mañana siguiente, al amanecer, los amigos emprendieron su viaje al bosque.
Caminaron entre árboles gigantes y cruzaron ríos cristalinos hasta llegar a una cueva misteriosa donde supuestamente estaba escondido el tesoro. "Aquí estamos amigos, ¿listos para encontrar nuestro premio?" -dijo Vaca con entusiasmo.
Pero justo cuando iban a entrar a la cueva, Don Chanchito apareció bloqueando la entrada. "¡Ja ja ja! ¡No tan rápido queridos amigos! Este tesoro es mío. " -dijo con malicia. Burrito, Gallo y Vaca se miraron sorprendidos pero decididos a no rendirse.
"No importa quien lo encuentre primero, lo importante es disfrutar juntos esta aventura. " -dijo Vaca serenamente. Entonces, sin dudarlo un segundo más, los tres amigos entraron juntos a la cueva oscura.
Descubrieron que el verdadero tesoro no eran monedas ni joyas brillantes; era la amistad y el compañerismo que compartían cada día. Don Chanchito quedó boquiabierto al ver cómo los amigos salían de la cueva sonrientes y llenos de alegría. "¿Cómo puede ser? ¿Dónde está el tesoro?" -preguntó confundido. Vaca se acercó a él con calma.
"El verdadero tesoro está dentro de nosotros mismos: en nuestra amistad sincera y en nuestros corazones generosos. "Don Chanchito reflexionó sobre sus acciones egoístas y se dio cuenta de lo equivocado que estuvo al querer separar a sus amigos por envidia.
"Perdónenme amigos por mi comportamiento mezquino. Ahora veo lo valioso que es tener amigos como ustedes. "Los cuatro regresaron a la granja como mejores amigos que antes.
Desde ese día, Don Chanchito aprendió a valorar la amistad por encima de cualquier riqueza material y los cuatro vivieron muchas más aventuras juntos, demostrando que nada puede vencer el poder de una verdadera amistad.
FIN.