El Tesoro de la Cueva en Equipo



Había una vez una casita en el fondo de un jardín, donde vivían tres amigos: Tito, Trini y Tomi. La casita era pequeña pero acogedora, con paredes de madera y techos de chapa.

Un día, mientras jugaban a las escondidas, Trini decidió hacer un agujerito en el piso para ver si encontraba algún tesoro enterrado. Tito y Tomi se asomaron por el agujero y vieron que no había nada más que tierra. "¿Qué hacemos ahora?"- preguntó Tomi.

"Podríamos tapar el agujero con algo"- sugirió Tito. Trini pensó por un momento y luego dijo:"¡Ya sé! Podemos buscar piedras para ponerlas encima del agujero. Así nadie notará que lo hicimos".

Los tres amigos salieron de la casita en busca de piedras. Recorrieron todo el jardín hasta encontrar las más grandes y pesadas que pudieron cargar. Luego volvieron a la casita del fondo y pusieron las piedras sobre el agujero.

Pasaron los días y todo parecía estar bien en la casita del fondo. Pero una noche, mientras dormían, escucharon un ruido extraño que venía desde debajo del piso. "¿Qué es ese ruido?"- preguntó Tomi asustado. "No lo sé"- respondió Tito preocupado.

Trini se levantó rápidamente de su cama y fue hacia el agujero en el piso. Se asomó por él y vio algo sorprendente: ¡había un túnel debajo de la casa!"¡Chicos, vengan rápido! ¡Miren esto!"- llamó Trini emocionada.

Los tres amigos se asomaron por el agujero y vieron que el túnel llevaba a un lugar desconocido. Sin pensarlo dos veces, decidieron explorar el túnel juntos.

Avanzaron con precaución por el estrecho pasadizo hasta llegar a una cueva iluminada por una extraña luz verde. En medio de la cueva encontraron un cofre lleno de monedas de oro y joyas brillantes. "¡Increíble! ¡Encontramos un tesoro!"- exclamó Tito emocionado. "Pero ¿cómo lo hacemos para sacarlo de aquí?"- preguntó Tomi preocupado.

Trini tenía una idea: usar las piedras que habían puesto encima del agujero para hacer una escalera y salir de la cueva con el tesoro en sus manos.

Así lo hicieron y lograron salir victoriosos gracias al ingenio y trabajo en equipo. Desde ese día, los tres amigos aprendieron que nunca se sabe qué puede pasar si uno hace un pequeño agujerito en algo aparentemente común. A veces, detrás hay grandes sorpresas esperando ser descubiertas.

Y sobre todo, aprendieron la importancia del trabajo en equipo para alcanzar objetivos difíciles pero posibles si se trabaja colaborativamente.

FIN.

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