El tesoro de la cueva misteriosa
Marcela era una niña muy curiosa y aventurera. Le encantaba pasar horas leyendo libros de aventuras y explorando el mundo que la rodeaba.
Pero lo que más le gustaba hacer era treparse al árbol que estaba en su jardín y observar todo lo que pasaba a su alrededor. Un día, mientras estaba en el árbol, escuchó unos ruidos extraños provenientes del bosque cercano. Marcela decidió investigar y se adentró en el bosque sin pensarlo dos veces.
Mientras caminaba por el bosque, se encontró con un pequeño animalito herido. Marcela no dudó en ayudarlo y lo llevó a su casa para curarlo.
Después de cuidarlo por varios días, el animalito sanó completamente y se convirtió en un gran amigo de Marcela. Un día, mientras jugaban juntos en el jardín, el animalito le contó a Marcela sobre un tesoro escondido en una cueva misteriosa del bosque.
Marcela no podía dejar pasar la oportunidad de encontrar ese tesoro tan valioso, así que decidió emprender una nueva aventura junto a su amigo. Cuando llegaron a la cueva, descubrieron que no iban solos: había otro grupo de niños buscando también el tesoro.
Los niños eran mayores y parecían intimidantes para Marcela, pero ella no dejó que eso la detuviera. "Hola chicos ¿qué están haciendo aquí?"- preguntó Marcela con valentía. "Estamos buscando un tesoro"- respondió uno de los niños mayores.
"Yo también estoy buscando ese tesoro"- dijo Marcela decidida. "Pero tú eres muy pequeña para esto"- dijo otro niño mayor. "No importa el tamaño, lo que importa es la determinación y el coraje" - respondió Marcela con seguridad.
Los niños mayores se quedaron impresionados por la valentía de Marcela y decidieron unirse a ella en su búsqueda del tesoro. Después de mucho buscar, finalmente encontraron el tesoro juntos.
Marcela aprendió que no importa cuán pequeña o joven seas, siempre puedes lograr grandes cosas si tienes coraje y determinación. Además, descubrió que los amigos verdaderos estarán siempre allí para apoyarte en tus aventuras más emocionantes.
FIN.