El tesoro de la diversidad



En el pequeño pueblo de La Colina, vivían tres niños muy curiosos: José de la Sierra, Pedro de la Costa y Juan del Oriente.

Cada uno provenía de una región distinta de Argentina y, aunque sus costumbres y tradiciones eran diferentes, eran grandes amigos. Un día, los tres niños decidieron explorar un misterioso bosque que se encontraba en las afueras del pueblo. -¿Hacia dónde creen que nos lleve este camino? -preguntó Pedro con entusiasmo.

-No lo sé, pero seguro que encontraremos algo sorprendente -respondió Juan con una sonrisa. Mientras caminaban, descubrieron un antiguo cofre enterrado bajo un árbol. Al abrirlo, se encontraron con un mapa que parecía llevarlos a un tesoro increíble.

Decidieron seguir el mapa y emprender una emocionante aventura juntos. Durante su travesía, se encontraron con diferentes retos que debían superar trabajando en equipo. Aprendieron a combinar sus conocimientos y habilidades, utilizando la astucia de José, la valentía de Pedro y la intuición de Juan.

Finalmente, llegaron a una cueva donde descubrieron el verdadero tesoro: la diversidad de sus culturas. Allí encontraron objetos y símbolos representativos de cada una de sus regiones, comprendiendo la riqueza que traía consigo la interculturalidad.

Al regresar al pueblo, compartieron su hallazgo con los demás niños, enseñándoles la importancia de respetar y valorar las diferencias. Desde ese día, José, Pedro y Juan se convirtieron en los embajadores de la interculturalidad en La Colina, promoviendo la unión y el respeto entre todos.

FIN.

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