El Tesoro de la Humildad




En la antigua ciudad de Xauxa, los habitantes vivían sumidos en la soberbia y la prodigalidad. La ciudad se destacaba por su belleza, pero los corazones de sus habitantes estaban oscurecidos por la vanidad y la arrogancia.

En ese tiempo, nació un niño llamado Mateo. A diferencia de los demás, Mateo tenía un corazón humilde y generoso. Siempre ayudaba a los demás y nunca se jactaba de sus logros.

Un día, un anciano sabio llamado Don Simón se acercó a Mateo y le dijo: "Niño, en las colinas más allá de la ciudad, se encuentra un tesoro oculto. Pero solo aquellos con un corazón humilde podrán encontrarlo". Mateo, emocionado por la idea de encontrar el tesoro, decidió emprender el viaje.

Durante su travesía, enfrentó desafíos y tentaciones que pusieron a prueba su humildad. Finalmente, llegó a las colinas y encontró una cueva.

Al entrar, se encontró con un espejo mágico que le mostró su verdadero ser, reflejando su humildad y bondad. Este reflejo era el verdadero tesoro que había estado buscando. Mateo comprendió entonces que la verdadera riqueza reside en el corazón de las personas, en la humildad y la generosidad.

Cuando regresó a la ciudad, compartió su experiencia con los demás, inspirándolos a cambiar sus actitudes. Poco a poco, la soberbia y la prodigalidad se transformaron en humildad y compasión, y la ciudad de Xauxa floreció como nunca antes lo había hecho.

FIN.

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