El tesoro de la mariposa dorada

Había una vez en un pequeño pueblo, un niño llamado Lucas que tenía un miedo incontrolable a las mariposas. Cada vez que veía una, se llenaba de pánico y corría a esconderse.

Un día, mientras exploraba el jardín de su abuela, encontró un cofre antiguo y polvoriento. Al abrirlo, descubrió una mariposa dorada brillante. Aunque al principio sintió miedo, la belleza y el brillo de la mariposa empezaron a llamar su atención.

Sin embargo, su miedo seguía presente y lo hacía sentir incómodo. Decidió llevar la mariposa dorada consigo y enfrentar su temor para superarlo.

Con el tiempo, Lucas se fue acostumbrando a la presencia de la mariposa, se dio cuenta de que su brillo lo calmaba y lo hacía sentir valiente. Finalmente, su obsesión por el objeto se transformó en admiración y cariño. Lucas entendió que enfrentar sus miedos lo había hecho más fuerte y valiente.

Con el tiempo, el niño dejó de tener miedo a las mariposas y se convirtió en un defensor de su conservación, entendiendo su importancia en la naturaleza.

La mariposa dorada se convirtió en su símbolo de superación y valentía, y Lucas aprendió que enfrentar lo que nos asusta nos hace crecer y convertirnos en mejores personas.