El Tesoro de la Naturaleza



Había una vez una linda familia que vivía en la ciudad. Papá, mamá y sus dos hijos, Lucía y Martín, siempre soñaban con tener un lugar tranquilo donde pudieran disfrutar de la naturaleza.

Un día, recibieron una noticia maravillosa: habían heredado una finca en el campo llamada "Finca Simón". Todos estaban emocionados por esta nueva aventura. Decidieron hacer un viaje para conocer su nuevo hogar.

Al llegar a Finca Simón, quedaron asombrados por la belleza del lugar: había árboles frutales, flores de todos los colores y animales corriendo libres. "-¡Es tan hermoso!" exclamó Lucía mientras abrazaba a su hermanito Martín.

Papá y mamá se miraron felices sabiendo que habían tomado la decisión correcta al mudarse al campo. Pero pronto descubrieron que mantener una finca no era tarea fácil. Tenían que aprender sobre cultivos, cuidar los animales y mantener todo limpio y ordenado.

Mamá decidió tomar las riendas del huerto y enseñar a sus hijos cómo sembrar diferentes tipos de vegetales. Todos trabajaban juntos bajo el sol radiante mientras aprendían sobre el ciclo de vida de las plantas. Un día, mientras estaban regando las plantas, escucharon un ruido extraño proveniente del granero.

Se acercaron sigilosamente para investigar qué estaba pasando. "-¡Mira mamá! ¡Un conejito está atrapado!" dijo Martín señalando hacia adentro del granero. Rápidamente lo rescataron y le dieron un nombre, —"Saltito" .

Desde ese día, Saltito se convirtió en el nuevo amigo de la familia. Lucía y Martín lo cuidaban con mucho amor y cariño. A medida que pasaba el tiempo, la finca comenzó a prosperar.

Los cultivos crecían fuertes y saludables, los animales estaban felices y la familia estaba más unida que nunca. Pero algo inesperado sucedió: una plaga de insectos invadió el huerto y comenzó a dañar las plantas. "-¡Oh no! ¿Qué haremos ahora?" preguntó Lucía preocupada.

Papá recordó que había escuchado sobre un viejo agricultor llamado Don Tomás que vivía cerca de Finca Simón. Decidieron buscar su ayuda para solucionar este problema. Don Tomás les explicó cómo utilizar métodos naturales para controlar la plaga sin dañar las plantas ni el medio ambiente.

Les enseñó a usar ciertas hierbas y trampas para mantener alejados a los insectos indeseables. Con paciencia y dedicación, lograron recuperar su huerto. La finca volvió a florecer como nunca antes habían visto.

Todos estaban orgullosos del trabajo en equipo y aprendieron una valiosa lección sobre la importancia de cuidar el medio ambiente. Pasaron los años, Lucía y Martín crecieron rodeados de naturaleza y aprendizajes en Finca Simón.

Cada vez que visitaban la ciudad, extrañaban profundamente aquel lugar lleno de vida donde habían encontrado su verdadero hogar. La historia de esta linda familia nos enseña que con esfuerzo, perseverancia y trabajo en equipo, podemos lograr grandes cosas.

La finca Simón se convirtió en un lugar lleno de amor, aprendizaje y felicidad para todos los que vivieron allí.

FIN.

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