El tesoro de la sabiduría



En una escuela del barrio, había un grupo de alumnos que en vez de estudiar se dedicaban exclusivamente a jugar. Ellos eran Lucas, Sofía, Martín, y Valentina.

Pasaban sus días riendo y corriendo por los pasillos, evitando siempre los libros y los deberes. Un día, la directora de la escuela, la señorita Ana, convocó a estos chicos a su despacho. - 'Chicos, veo que no están tomando en serio sus estudios.

La escuela no es solo para jugar, sino también para aprender y crecer. Les propongo un desafío: encontrar el tesoro de la sabiduría. Se rumorea que está escondido en la antigua biblioteca de la escuela. Si lo encuentran, aprenderán el valor del conocimiento y la importancia de estudiar.'

Los cuatro amigos se miraron sorprendidos, pero emocionados por la idea del tesoro. Decidieron aceptar el desafío y se adentraron en la biblioteca. Entre libros polvorientos y estanterías antiguas, buscaron pistas que los llevaran al tesoro.

Después de mucho buscar, finalmente encontraron un pergamino en el fondo de un estante. En él, estaba escrito: 'El verdadero tesoro está en la curiosidad y el esfuerzo por aprender. Abran sus mentes y descubrirán la riqueza del conocimiento.'

Los chicos reflexionaron sobre el mensaje y se dieron cuenta de que el verdadero tesoro no estaba escondido en un cofre, sino dentro de ellos mismos. A partir de ese día, cambiaron su actitud hacia los estudios.

Empezaron a interesarse por las clases, a participar activamente y a esforzarse en sus tareas. Con el tiempo, descubrieron que el conocimiento les abría puertas y les permitía crecer como personas.

La señorita Ana los felicitó por su cambio y les recordó que el camino del aprendizaje siempre tendría recompensas. Desde entonces, Lucas, Sofía, Martín y Valentina se convirtieron en ejemplo para otros alumnos, demostrando que el tesoro de la sabiduría se encuentra en el esfuerzo por aprender y en la curiosidad por descubrir nuevos conocimientos.

FIN.

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