El tesoro de la solidaridad



En un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, vivían cuatro amigos: Sofía, Martín, Lucas y Valentina. Un día, mientras jugaban en el parque, vieron a un anciano llamado Don Manuel, quien parecía necesitar ayuda.

Sin dudarlo, los amigos se acercaron para saber qué ocurría. -Hola, ¿necesita ayuda, señor? -preguntó Valentina con amabilidad. Don Manuel les explicó que había perdido su reloj, un objeto muy valioso para él. Los niños, decididos a ayudar, se propusieron encontrar el reloj.

Comenzaron a buscar por todo el pueblo, preguntando a los vecinos y revisando cada rincón. Después de un rato, encontraron el reloj en un parque cercano, donde un perro lo había enterrado. Don Manuel, emocionado y agradecido, les agradeció con lágrimas en los ojos.

Los niños comprendieron que la solidaridad es ayudar a los demás desinteresadamente, y que ese acto puede traer mucha felicidad a todos. Desde ese día, se convirtieron en héroes en Villa Esperanza y aprendieron que juntos pueden lograr grandes cosas.

La solidaridad había unido sus corazones para siempre.

FIN.

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