El tesoro de la X perdida
Había una vez en un colegio muy especial, tres amigos llamados Martín, Sofía y Juan. Les encantaba jugar juntos en el recreo y siempre se divertían mucho inventando nuevas aventuras.
Un día, mientras corrían por el patio del colegio, vieron algo brillante entre los arbustos. - ¡Miren lo que encontré! -exclamó Sofía emocionada mientras levantaba un objeto brillante. Era un mapa antiguo con una X marcada en el centro.
- ¿Qué creen que signifique esta X? -preguntó Juan con curiosidad. Los tres amigos se miraron emocionados y decidieron que debían seguir el mapa para descubrir qué tesoro escondido les esperaba. Después de la escuela, se reunieron en secreto en la plaza del pueblo para comenzar su búsqueda.
Siguiendo las instrucciones del mapa, llegaron a un viejo árbol donde encontraron una llave oxidada bajo unas ramas.
Martín recordó haber visto una puerta cerrada con candado en el parque cerca de su casa y sugirió probar si la llave abría esa puerta misteriosa. Para sorpresa de todos, la llave encajaba perfectamente en la cerradura y la puerta se abrió lentamente revelando un túnel oscuro que parecía llevar a lo desconocido.
A pesar del miedo inicial, los valientes amigos decidieron adentrarse juntos en la oscuridad confiando en su amistad y coraje. Caminaron por pasillos estrechos iluminados solo por sus linternas hasta llegar a una sala llena de cofres antiguos y joyas centelleantes.
En ese momento supieron que habían encontrado el tesoro perdido que tanto ansiaban encontrar. - ¡Lo logramos! ¡Somos unos verdaderos aventureros! -gritó Juan emocionado mientras abrazaba a sus amigos.
Llenaron sus bolsillos con monedas de oro y collares brillantes antes de regresar al mundo exterior donde los esperaba el sol dorado del atardecer. Con risas y alegría compartieron su hallazgo con los demás niños del colegio quienes quedaron asombrados por su hazaña.
Desde ese día, Martín, Sofía y Juan se convirtieron en leyendas vivientes dentro del colegio inspirando a otros a soñar en grande, trabajar juntos como equipo y nunca rendirse ante los desafíos que la vida les presentara.
Y así demostraron que cuando se tiene amistad verdadera no hay tesoro imposible de alcanzar.
FIN.