El tesoro de las letras



Había una vez un pequeño conejito llamado Benito que vivía en el bosque junto a sus amigos, el ratón Lucas y el pajarito Martín. Los tres eran muy curiosos y siempre estaban buscando aventuras.

Un día, mientras exploraban cerca del río, vieron algo brillante entre los arbustos. Se acercaron con cautela y descubrieron que era un mapa del tesoro. Estaban emocionados y decidieron seguirlo para encontrar el tesoro escondido.

Siguiendo las indicaciones del mapa, llegaron a una cueva oscura y misteriosa. Temerosos pero valientes, entraron juntos para descubrir qué había dentro. Para su sorpresa, se encontraron con un viejo sabio.

El sabio les dijo: "¡Felicitaciones por haber llegado hasta aquí! Pero antes de que puedan reclamar el tesoro, deben pasar tres pruebas". Los amigos asintieron y aceptaron el desafío. La primera prueba consistía en resolver un rompecabezas complicado. Trabajando juntos como equipo, lograron resolverlo rápidamente y pasaron al siguiente desafío.

La segunda prueba era cruzar un puente colgante muy inestable sobre un abismo profundo. Benito estaba asustado porque tenía miedo a las alturas, pero sus amigos lo animaron diciéndole: "-No te preocupes Benito, estamos contigo".

Con mucho coraje e intentando no mirar hacia abajo, cruzaron todos juntos sin problemas. Finalmente llegó la tercera prueba: encontrar una llave dorada escondida en medio de un laberinto lleno de trampas.

El ratón Lucas usó su agudo olfato para encontrar el camino correcto, mientras que el pajarito Martín volaba por encima para guiarlos. Juntos, superaron todas las trampas y encontraron la llave dorada. Con la llave en sus manos, regresaron junto al viejo sabio.

El sabio les felicitó y les dijo: "Han demostrado valor, trabajo en equipo y perseverancia. Ahora es tiempo de reclamar su tesoro". El sabio los llevó a una sala llena de tesoros brillantes: joyas, monedas de oro y objetos preciosos.

Pero había algo más valioso que todo eso: libros llenos de conocimiento. El sabio explicó: "-Este es el verdadero tesoro. A través del aprendizaje y la lectura podrán descubrir un mundo lleno de aventuras sin fin".

Los amigos estaban emocionados y prometieron aprovechar al máximo ese tesoro. Desde ese día, Benito, Lucas y Martín se convirtieron en grandes amantes de la lectura. Compartían historias e ideas entre ellos y con todos los animales del bosque.

Aprendieron sobre diferentes culturas, ciencia, historia y mucho más. Y así fue como tres pequeños amigos encontraron un tesoro invaluable a través del conocimiento y la amistad. Y vivieron felices compartiendo sus aventuras con todos los demás animales del bosque. Fin

FIN.

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