El Tesoro de las Letras
En un pequeño pueblo llamado Letrasville, los libros no solo eran para leer, sino que guardaban un secreto mágico. La historia comenzó un soleado día cuando Sofía, una niña curiosa y amante de la lectura, encontró un libro descolorido en la biblioteca de su abuelo. Al abrirlo, se dio cuenta de que cada letra brillaba como si tuviera vida propia.
"¡Mirá esto!" - exclamó Sofía a su mejor amigo, Tomás, que siempre la acompañaba en sus aventuras.
Tomás se acercó intrigado. "¿Qué descubriste, Sofía?"
"¡Letras! ¡Mirá cómo brillan! Creo que si las juntamos podemos formar palabras... ¡y oraciones!" - respondió ella, emocionada.
Los dos amigos comenzaron a jugar con las letras. Formaron sílabas y luego palabras. Era como si el libro les estuviera hablando.
"Vamos a crear una historia juntos" - sugirió Tomás. "¿Qué tal si hacemos que un héroe encuentre un tesoro?"
"¡Sí! Un héroe que necesita ayuda para encontrar el tesoro de las letras que, según el libro, puede hacer que todo sea posible" - dijo Sofía.
Mientras jugaban, algo increíble sucedió. Las letras comenzaron a salir del libro y danzar alrededor de ellos, formando frases en el aire.
"¡Esto es increíble!" - gritó Sofía, mientras trataba de atrapar las letras que volaban.
Justo ahí, una letra —"S" se detuvo frente a ellos.
"¡Soy la letra S y puedo ayudarles a encontrar el tesoro!" - dijo la letra con una voz suave. "Debes juntar las letras correctas y decir las palabras mágicas. ¡Solo así el tesoro aparecerá!"
Decididos a encontrar el tesoro, Sofía y Tomás comenzaron a buscar más letras por el bosque encantado que rodeaba Letrasville. Se encontraron con la letra “A”, que estaba escondida entre las hojas.
"¡Ayuda! Estoy atrapada aquí. Si me ayudas, les diré un secreto sobre el tesoro."
Sofía y Tomás se apresuraron a liberarla. "Te liberamos, letra A. Ahora, cuéntanos el secreto."
"El secreto es que el tesoro solo aparecerá si encuentran la palabra más poderosa: AMISTAD" - explicó la letra A.
Tomás sonrió. "¡Es cierto! Todo se hace mejor con amigos. ¿Qué hacemos ahora?"
"Formemos la palabra AMISTAD con todas las letras que encontramos juntos" - sugirió Sofía.
Emocionados, comenzaron a juntar letras nuevamente. La letra A, S, I, M, T, D, las unieron mientras repetían: "AMISTAD, AMISTAD, AMISTAD".
De repente, la tierra comenzó a temblar y un resplandor brillante emergió del libro. Un gran cofre de tesoros apareció ante ellos, lleno de libros, palabras, y letras que podían crear historias infinitas.
"¡Lo logramos!" - gritaron al unísono.
Al abrir el cofre, se dieron cuenta de que el verdadero tesoro eran las historias que podían contar, las palabras que podían crear, y sobre todo, la amistad que habían forjado en su aventura.
Desde aquel día, Sofía y Tomás no solo leyeron libros, sino que también escribieron sus propias historias, llenas de aventuras y magia, siempre recordando que las palabras, cuando se unen con amor y trabajo en equipo, pueden hacer que se alcancen los tesoros más grandes de la vida.
FIN.