El Tesoro de las Preguntas Nobles



Había una vez una niña llamada Sofía, quien vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Sofía era una niña curiosa y aventurera, siempre buscando nuevas formas de divertirse.

Un día, mientras exploraba el bosque cercano a su casa, Sofía encontró un mapa antiguo. Estaba lleno de dibujos misteriosos y señalaba un lugar desconocido al que nadie había ido antes. Intrigada por la posibilidad de descubrir algo nuevo, decidió seguir el mapa.

Sofía caminó durante horas siguiendo las indicaciones del mapa hasta llegar a una cueva escondida detrás de unas rocas enormes. Con valentía, decidió entrar y descubrir qué secretos guardaba aquel lugar.

Dentro de la cueva había una sorpresa esperándola: ¡un tesoro brillante! Pero justo cuando se acercó para tomarlo, escuchó una voz suave que le dijo: "Espera Sofía, antes de llevarte este tesoro, debes responderme tres preguntas". Sofía miró a su alrededor pero no vio a nadie.

Decidida a obtener el tesoro, contestó con confianza: "Estoy lista para responder tus preguntas". La voz continuó: "Primera pregunta: ¿qué es más valioso que cualquier tesoro?".

Sofía pensó por un momento y respondió con seguridad: "El amor y la amistad son más valiosos que cualquier cosa material". La voz asintió y continuó: "Segunda pregunta: ¿qué puedes dar sin tenerlo tú mismo?". Sofía reflexionó nuevamente y luego respondió: "Puedo dar sonrisas y palabras amables, incluso si no tengo nada más que ofrecer".

La voz quedó impresionada por las respuestas de Sofía y planteó la última pregunta: "Tercera pregunta: ¿qué puedes hacer para ayudar a los demás?". Sofía sabía que esta era una oportunidad para demostrar su generosidad y bondad.

Ella respondió con convicción: "Puedo escuchar a los demás, ofrecer mi apoyo y estar allí cuando me necesiten". De repente, la cueva comenzó a brillar intensamente y el tesoro se desvaneció ante sus ojos.

En su lugar apareció un anciano sabio, quien le dijo a Sofía: "Has demostrado tener un corazón noble y generoso. Eres digna de recibir este verdadero tesoro". El anciano le entregó a Sofía un libro antiguo lleno de historias inspiradoras y valiosas enseñanzas.

Le explicó que el verdadero tesoro estaba en aprender de esas historias, crecer como persona e inspirar a otros con su ejemplo. Sofía salió de la cueva emocionada con su nuevo tesoro en manos.

Desde ese día, se convirtió en una niña aún más comprensiva, amable y dispuesta a ayudar a los demás. Compartió las historias del libro con sus amigos y familiares, inspirándolos también a ser mejores personas.

Y así, gracias al mapa misterioso que encontró en el bosque, Sofía descubrió el verdadero significado del tesoro: el amor hacia uno mismo y hacia los demás.

FIN.

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