El tesoro de los dinosaurios
Había una vez, en un pequeño pueblo llamado Villa Dino, una familia muy peculiar.
En esa familia vivía Julián, un niño de seis años que tenía una imaginación desbordante y una abuela muy especial llamada Doña Tere, a quien todos conocían como —"Dinosariosabuela" . Julián siempre había soñado con tener su propio dinosaurio mascota. Cada noche se acostaba pensando en cómo sería si pudiera tener uno en casa.
Un día, mientras jugaba en el jardín trasero de su casa, encontró un extraño hueso enterrado entre las flores. - ¡Mamá! ¡Papá! ¡Encontré un hueso de dinosaurio! - exclamó Julián emocionado.
Sus padres miraron el hueso con asombro y decidieron llevarlo a la universidad local para que lo examinaran los expertos. Cuando llegaron allí, descubrieron que el hueso era realmente antiguo y pertenecía a un dinosaurio desconocido. La noticia rápidamente se extendió por todo el pueblo y todos estaban emocionados por este increíble hallazgo.
Sin embargo, nadie esperaba lo que estaba por venir. Una tarde calurosa de verano, mientras Julián jugaba en su cuarto con sus muñecos de dinosaurios, escuchó un ruido extraño proveniente del patio trasero.
Se asomó por la ventana y no podía creer lo que veían sus ojos: ¡Un verdadero dinosaurio caminando hacia su casa! - ¡Papá! ¡Mamá! ¡Hay un dinosaurio afuera! - gritó Julián corriendo hacia la cocina.
Sus padres, incrédulos, salieron al patio y se encontraron cara a cara con un enorme triceratops. Pero lo más sorprendente de todo fue que el dinosaurio llevaba un collar con una etiqueta que decía —"Dinosariosabuela" . - ¡Es Dinosariosabuela! - exclamó Julián emocionado.
El dinosaurio abrió su boca y comenzó a hablar en voz baja:- Hola, queridos. Soy Doña Tere transformada en un dinosaurio para poder vivir aventuras contigo, Julián. ¿Te gustaría acompañarme? Julián no podía creer lo que estaba escuchando, pero asintió emocionado.
Juntos subieron al lomo del triceratops y se embarcaron en una increíble aventura por la prehistoria. Durante su viaje, Dinosariosabuela le enseñó a Julián sobre los diferentes tipos de dinosaurios, cómo vivían y qué comían.
También aprendieron sobre la importancia de cuidar el medio ambiente para proteger a las especies en peligro de extinción. Julián estaba feliz de compartir estas experiencias únicas con su abuela transformada en dinosaurio. Cada día era una nueva aventura llena de descubrimientos fascinantes.
Después de un tiempo viajando juntos, decidieron regresar a casa. Al llegar, el pueblo entero los recibió con alegría y aplausos. El alcalde incluso les entregó una medalla por su valentía y espíritu aventurero.
Desde ese día en adelante, Julián nunca dejó de soñar e imaginar nuevas historias junto a Dinosariosabuela. Siempre recordaría la importancia de cuidar el medio ambiente y proteger a todas las especies, grandes y pequeñas.
Y así, la casa de Julián se convirtió en un lugar lleno de magia y enseñanzas, donde los sueños se hacían realidad.
FIN.