El Tesoro de los Juguetes Compartidos


En una pequeña ciudad, vivían dos amigos llamados Tomás y Martina. A Tomás le encantaba jugar con sus autos de carrera, mientras que a Martina le fascinaban las muñecas. Sin embargo, un día, surgió un problema entre ellos. Tomás quería jugar con las muñecas de Martina, pero ella se negaba a prestarlas. Esto ocasionó una gran pelea entre los dos amigos, ambos se sintieron tristes y enojados. Una noche, mientras dormían, algo mágico sucedió. Un hada de los juguetes escuchó la pelea y decidió intervenir.

"Tomás, Martina, ¡despierten!" -dijo el hada con voz suave y brillante. Asombrados, los niños abrieron los ojos y vieron al hada flotando en el aire.

"¿Quién eres tú?" -preguntó Martina con curiosidad.

"Soy el hada de los juguetes, y he venido a enseñarles una lección muy importante" -respondió el hada.

El hada les explicó que los juguetes cobraban vida por la noche, pero solo si los niños que jugaran con ellos lo hacían en armonía y compartían. Les contó sobre el Tesoro de los Juguetes Compartidos, un lugar mágico donde todos los juguetes podían vivir en paz y felicidad, pero solo podían llegar allí si los niños aprendían a compartir. Ambos niños se miraron y sintieron curiosidad por conocer ese lugar maravilloso.

"¿Qué debemos hacer?" -preguntó Tomás con entusiasmo.

"Deben aprender a compartir sus juguetes. Si lo logran, serán recompensados con el camino hacia el Tesoro de los Juguetes Compartidos", dijo el hada. Los niños asintieron con determinación y prometieron intentarlo. Al día siguiente, Tomás y Martina probaron compartir sus juguetes. Martina le prestó a Tomás una de sus muñecas favoritas, y Tomás compartió uno de sus autos de carrera con Martina. A medida que lo hacían, descubrieron lo divertido que era jugar juntos con todos los juguetes. La risa y la alegría llenaron sus corazones, y su amistad se fortaleció.

Finalmente, una noche, los niños escucharon un suave tintineo, y el hada de los juguetes apareció frente a ellos.

"Han aprendido la lección. Su actitud generosa y amable les ha abierto el camino hacia el Tesoro de los Juguetes Compartidos", anunció el hada. Con un toque mágico, transportaron a Tomás y Martina al lugar mágico. Quedaron maravillados al ver un hermoso jardín lleno de juguetes de todas las formas y colores. Los niños se unieron a la diversión y jugaron con los juguetes compartidos, disfrutando de la compañía mutua y la alegría de compartir. Desde ese día, Tomás y Martina entendieron la importancia de la generosidad y la amistad, y siempre compartieron sus juguetes con los demás.

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