El tesoro de San José de las Palmas



En la hermosa aldea colombiana de San José de las Palmas, vivía un joven llamado Cambambalí. Era conocido por todos en el pueblo por su ingenio y astucia para resolver problemas.

Un día, mientras escuchaba a unos ancianos contar historias frente a la fogata, se enteró de un tesoro escondido en una cueva misteriosa en lo profundo del bosque. La idea de encontrar ese tesoro llenó el corazón de Cambambalí de emoción y determinación.

Sin pensarlo dos veces, decidió emprender esa aventura que cambiaría su vida para siempre. Con provisiones en su mochila y valentía en su corazón, se adentró en el oscuro bosque.

El camino hacia la cueva estaba lleno de peligros: serpientes venenosas, trampas naturales y sonidos misteriosos que ponían a prueba sus nervios. Pero con astucia y agilidad, logró sortear cada obstáculo que se cruzaba en su camino. Finalmente, después de días de búsqueda incansable, divisó la entrada de la cueva.

Con paso firme y linterna en mano, se adentró en las profundidades subterráneas. Allí encontró el tesoro resplandeciente: joyas centelleantes y monedas antiguas que brillaban como estrellas en la oscuridad.

"¡Lo encontré! ¡Lo encontré!", exclamaba Cambambalí emocionado mientras recogía el tesoro con cuidado. Pero justo cuando estaba a punto de salir victorioso de la cueva, una enorme roca bloqueó la salida detrás de él. Estaba atrapado sin posibilidad aparente de escapar.

"Tranquilo" , se dijo a sí mismo respirando hondo para mantener la calma. Con rapidez e ingenio, comenzó a idear un plan para liberarse.

Recordando una vieja historia contada por los ancianos sobre un pasadizo secreto dentro de la cueva, exploró cada rincón hasta dar con una pared oculta que le llevaba directamente afuera. Al salir triunfante con el tesoro en sus manos, regresó al pueblo donde fue recibido como un héroe por todos los habitantes.

En lugar de quedarse con toda la riqueza para sí mismo, decidió compartirlo generosamente con sus vecinos más necesitados. "Este tesoro no solo es mío; es para todos nosotros", anunció Cambambalí ante el asombro y gratitud del pueblo entero.

Con parte del tesoro obtenido, decidió cumplir otro sueño: construir una escuela donde niños y niñas pudieran aprender y prepararse para un futuro mejor.

Así, gracias a su valentía, astucia y generosidad, Cambambalí dejó un legado eterno en San José de las Palmas; uno que recordarían por generaciones como ejemplo vivo del poder transformador del coraje y la solidaridad.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!