El tesoro de Sofía
Había una vez en las afueras de la ciudad, una niña llamada Sofía que vivía con su mamá y su hermano mayor. Su vida era muy humilde, pero siempre estaban juntos y se tenían el uno al otro.
Sofía nunca había ido a la escuela porque tenían que trabajar duro para sobrevivir. A pesar de no saber leer, ella siempre tenía mucha curiosidad por aprender cosas nuevas.
Un día, mientras caminaba por el bosque cercano a su casa, encontró un libro abandonado en el suelo. Lo tomó entre sus manos y lo observó con asombro. - ¡Mamá! ¡Mira lo que encontré! -exclamó Sofía emocionada al llegar a casa.
Su mamá miró el libro y le explicó que era un cuento maravilloso lleno de aventuras y conocimientos. Aunque Sofía no podía leerlo, su mamá se comprometió a enseñarle poco a poco las letras y palabras.
Día tras día, después de trabajar en el campo o cuidando animales, Sofía se sentaba con su mamá para aprender. Era difícil al principio, pero con paciencia y dedicación lograba reconocer algunas letras y formar palabras sencillas.
Un mes más tarde, llegaron unos nuevos vecinos al pueblo: una pareja de maestros jubilados que querían compartir sus conocimientos con los niños del lugar. Al enterarse de la situación de Sofía, decidieron ayudarla también. - ¡Hola Sofía! ¿Quieres venir a nuestra pequeña escuela para aprender a leer? -preguntó la maestra sonriente.
Sofía asintió emocionada y cada mañana corría hacia la escuelita improvisada en una vieja cabaña cerca del río. Allí aprendió junto a otros niños las maravillas de las letras, los números y las historias fascinantes que escondían los libros.
Con el tiempo, Sofía se convirtió en una excelente lectora y descubrió un mundo nuevo frente a sus ojos. Le encantaba perderse entre las páginas de cuentos fantásticos e historias reales que despertaban su imaginación.
Un día, durante una excursión al bosque con sus compañeros de clase, encontraron un antiguo mapa dibujado en un árbol centenario. Todos se emocionaron ante la posibilidad de descubrir un tesoro escondido.
Guiados por el mapa misterioso, los niños emprendieron una aventura inolvidable llena de desafíos y sorpresas. Juntos superaron obstáculos gracias a sus habilidades recién adquiridas en la escuela: lectura comprensiva, trabajo en equipo y resolución creativa de problemas.
Al final del camino encontraron un cofre lleno de libros nuevos para la biblioteca escolar. Fue entonces cuando Sofía comprendió que el verdadero tesoro estaba dentro de ella todo este tiempo: el amor por aprender y crecer cada día como persona.
Desde ese momento, Sofía siguió estudiando con pasión para convertirse en alguien importante algún día; tal vez incluso llegar a ser maestra como aquellos generosos ancianos que le mostraron el camino hacia la luz del conocimiento.
Y así fue como aquella niña pobre sin educación previa se convirtió en ejemplo de superación para todos los niños del lugar; demostrando que nunca es tarde para empezar a escribir tu propia historia llena de sueños alcanzables si tienes fe en ti mismo/a.
FIN.