El tesoro de Tomás


Un día, llegó un nuevo niño llamado Tomás al grupo. Era muy tímido y no se animaba a jugar con los demás.

Los niños trataron de incluirlo en sus juegos, pero él siempre decía que no sabía cómo jugar o que le daba miedo. Los pequeños gigantes decidieron hacer algo especial para ayudar a Tomás a sentirse más cómodo.

Organizaron una búsqueda del tesoro por el parque, y cada uno de ellos tenía un papel importante en la misión. Había que encontrar pistas escondidas por todo el lugar para llegar al gran cofre lleno de sorpresas. Tomás se quedó observando desde lejos mientras los demás corrían emocionados buscando las pistas.

Pero entonces, la líder del grupo Sofía se acercó a él y le preguntó si quería ser su compañero de equipo. "¿Querés venir conmigo? Juntos podemos buscar las pistas y descubrir el tesoro", dijo Sofía sonriendo. Tomás asintió tímidamente y juntos comenzaron su aventura.

Poco a poco fue perdiendo sus miedos y empezó a disfrutar del juego junto a sus nuevos amigos. Después de mucho correr y buscar, finalmente encontraron el cofre lleno de sorpresas.

Todos estaban felices y emocionados por lo que habían logrado juntos como equipo. Y Tomás estaba radiante porque había encontrado nuevos amigos gracias al juego. "¡Qué día tan divertido! Gracias por invitarme", dijo Tomás sonriente.

"¡No hay problema! ¡Nos encanta tener nuevos amigos en nuestro grupo!", respondió Sofía abrazándolo fuerte. Desde ese día en adelante, Tomás se convirtió en uno de los pequeños gigantes más activos y divertidos del grupo.

Y todos aprendieron que, aunque a veces puede ser difícil acercarse a alguien nuevo, con un poco de esfuerzo y creatividad, siempre podemos hacer nuevos amigos y pasar momentos divertidos juntos.

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