El Tesoro de Tomás


Había una vez un pirata llamado Tomás que era muy tímido. A diferencia de sus compañeros piratas, a él no le gustaba pelear ni hacer travesuras. Prefería quedarse en su camarote leyendo libros y dibujando.

Un día, mientras la tripulación del barco pirata se preparaba para abordar otro barco en busca de tesoros, el capitán decidió darle una oportunidad a Tomás.

Le dijo:"-Tomás, hoy te toca subir al mástil y vigilar desde arriba si hay algún peligro cerca. "Tomás estaba nervioso, pero asintió con la cabeza y subió al mástil. Desde allí podía ver el horizonte y toda la inmensidad del mar.

Pero lo que más le llamó la atención fue una pequeña isla que nadie había visto antes. Sin pensarlo dos veces, Tomás bajó rápidamente del mástil y corrió hacia el capitán para contarle lo que había visto.

"-Capitán, ¡hay una isla desconocida por aquí! Podríamos explorarla y tal vez encontrar nuevos tesoros", dijo emocionado. El capitán miró a Tomás sorprendido pero luego sonrió y aceptó su propuesta. Así fue como el barco pirata se dirigió hacia la misteriosa isla. Al llegar, todos los piratas estaban ansiosos por empezar a buscar tesoros escondidos.

Sin embargo, se dieron cuenta de que no iba a ser tan fácil como pensaban. La isla estaba llena de trampas: fosas ocultas, árboles venenosos y animales salvajes acechando en la selva.

Los piratas se miraron entre sí, sin saber qué hacer. Fue entonces cuando Tomás recordó algo que había leído en uno de sus libros: "La clave para superar los obstáculos está en trabajar en equipo".

Rápidamente, reunió a todos los piratas y les explicó su idea:"-Si trabajamos juntos, podremos superar cualquier desafío. Cada uno tiene habilidades especiales y podemos aprovecharlas para salir adelante. "Los piratas se miraron unos a otros y decidieron confiar en Tomás. Así comenzaron a poner en práctica su plan.

El pirata más fuerte del grupo, Martín, usó su fuerza para saltar las fosas ocultas. La pirata más ágil, Valentina, trepó por los árboles venenosos para evitarlos.

El cocinero del barco, Juanito, utilizó sus conocimientos de la naturaleza para guiar al grupo por el camino seguro. Poco a poco fueron superando cada obstáculo gracias al trabajo en equipo. Hasta que finalmente encontraron un gran tesoro escondido bajo una cascada.

Los piratas celebraron con alegría y gratitud hacia Tomás por haberlos guiado hasta allí. A partir de ese día, Tomás dejó de ser el tímido del barco y se convirtió en un líder valiente y respetado por todos los demás piratas.

Y así fue como el Pirata Tímido demostró que no importa cuán tímidos o diferentes seamos; siempre podemos encontrar nuestro lugar especial si confiamos en nosotros mismos y trabajamos juntos hacia nuestros sueños.

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