El Tesoro de Tomi
Había una vez un niño llamado Tomi, que tenía un gran tesoro: una colección de juguetes brillantes, pero había un problema, a Tomi no le gustaba compartir. Un día, su amiga Luli le dijo: "Tomi, ¿podemos jugar juntos?"-.
Tomi, con un puchero en la cara, respondió: "No, son mis juguetes y no los compartiré!"-. Pero al ver lo triste que se puso Luli, empezó a pensar si tal vez jugar sólo no era tan divertido como jugar juntos.
Al
día siguiente, Tomi decidió hacer una prueba. Invitaría a Luli a su casa y, tímidamente, le ofreció un trencito. "¿Querés jugar a que somos conductores?"- le preguntó. A medida que jugaban, Tomi se dio cuenta de lo divertido que era compartir.
Rieron, se entusiasmaron y hasta crearon nuevas historias. Desde ese día, Tomi aprendió que su tesoro se multiplicaba cuando lo compartía, y siempre recordó que la diversión se duplica cuando hay amigos a su lado.
FIN.