El tesoro del agua



En una hermosa ciudad de Bélgica vivía un niño llamado Germán, a quien le encantaba cuidar el agua y asegurarse de que las calles estuvieran limpias.

Todos los días, Germán salía con su mochila llena de carteles y pegatinas que decían 'Cuida el agua' y 'No contamines'. Recorría las calles y le recordaba a las personas la importancia de preservar el agua.

Sin embargo, había alguien que no prestaba atención a sus advertencias: Alex, un niño travieso que disfrutaba burlándose de Germán. -¡Mira a Germán con sus tonterías sobre el agua! ¡Es un aburrido! -se reía Alex, mientras sus amigos lo acompañaban en sus burlas. A pesar de las risas, Germán no se desanimaba.

Él sabía que el agua era un tesoro que debía protegerse. Un día, mientras Germán limpiaba una fuente del parque, encontró un pequeño pez plateado que parecía necesitar ayuda. Decidió cuidarlo y llevarlo a su casa en una pequeña pecera.

Al otro día, Germán y el pez fueron a visitar a Alex. -¡Mira lo que encontré! -exclamó Germán, mostrando el pez a Alex. -¿Y eso qué? -respondió Alex con indiferencia. -Este pez representa el tesoro del agua. Es nuestra responsabilidad cuidarlo y protegerlo.

Si todos trabajamos juntos, podemos mantener limpios nuestros ríos y mares, y así garantizar la supervivencia de los peces y otras especies marinas. -explicó Germán con entusiasmo. Las palabras de Germán hicieron reflexionar a Alex.

Comenzó a darse cuenta de la importancia de cuidar el agua y se arrepintió de todas las veces que se había burlado de Germán. A partir de ese día, Alex se unió a Germán en su tarea de concienciar a las personas sobre la preservación del agua.

Juntos, colocaron carteles por toda la ciudad y organizaron actividades para limpiar ríos y playas.

Poco a poco, más personas se unieron a su causa, y la ciudad empezó a transformarse en un lugar más limpio y consciente del cuidado del agua. La amistad entre Germán y Alex se fortaleció, demostrando que el amor por el medio ambiente puede unir a las personas.

Desde entonces, Germán y Alex se convirtieron en héroes locales, enseñando a todos que el agua es un tesoro que debemos cuidar.

FIN.

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