El tesoro del amor


Había una vez una pareja de esposos, llamados Ana y Juan, que eran muy aventureros y soñaban con encontrar el tesoro más grande del mundo.

Un día, mientras estaban leyendo un libro sobre piratas, encontraron un mapa antiguo que llevaba a la isla donde supuestamente estaba escondido el tesoro. Ana y Juan no podían creer su suerte. Con mucha emoción se prepararon para partir en busca del tesoro más grande de sus vidas.

Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que no sería fácil llegar a la isla ya que había muchos obstáculos en el camino. La primera dificultad fue conseguir un barco adecuado para la travesía.

Después de mucho buscar, lograron alquilar uno pero resultó ser viejo e inestable, lo que los puso en peligro durante la travesía. Una vez en la isla, comenzaron su búsqueda pero se toparon con otra dificultad: el mapa era confuso y no sabían exactamente dónde buscar.

Pasaron días caminando por la selva sin encontrar nada relevante hasta que finalmente descubrieron una cueva oculta detrás de unas rocas. Al entrar a la cueva encontraron muchos tesoros pequeños pero ninguno parecía ser el gran tesoro del mapa antiguo.

Decepcionados decidieron seguir buscando hasta dar con un misterioso cofre cerrado con candado. "¡Este debe ser nuestro tesoro!", exclamó emocionada Ana mientras intentaba abrirlo sin éxito.

"Tranquila amor", dijo Juan tratando de calmarla "Debemos pensar bien antes de actuar". Después de analizar cuidadosamente la situación, descubrieron que el cofre tenía una trampa y si lo abrían sin cuidado explotaría. Con mucho ingenio e inteligencia, lograron desactivar la trampa y finalmente abrieron el cofre.

Para su sorpresa, dentro del cofre no había oro ni joyas, sino un pergamino con un mensaje muy importante: "El verdadero tesoro está en sus corazones". Ana y Juan se sintieron un poco decepcionados al principio pero luego entendieron el significado del mensaje.

El verdadero tesoro era su amor mutuo y todas las aventuras que habían vivido juntos. "Tienes razón", dijo Ana sonriendo "Nuestro amor es nuestro mayor tesoro". "Y siempre estará con nosotros", agregó Juan mientras tomaba su mano.

Con esa lección aprendida, Ana y Juan regresaron a casa felices de haber encontrado el verdadero tesoro de sus vidas. A partir de entonces valoraron aún más cada momento juntos y nunca dejaron de soñar con nuevas aventuras por vivir.

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