El tesoro del bosque



Había una vez un grupo de amigos llamados Lucas, Sofía, Martín y Valentina. Eran inseparables y siempre estaban buscando aventuras emocionantes para vivir juntos.

Un día, mientras paseaban por el vecindario, vieron una casa abandonada en medio del bosque.

Lucas, el más valiente del grupo, dijo emocionado: "¡Chicos! ¡Miren esa casa abandonada! ¿Qué les parece si la exploramos?"Sofía miró a sus amigos con curiosidad y respondió: "Parece un poco espeluznante, pero podría ser divertido descubrir qué hay adentro". Martín estaba un poco asustado pero no quería quedarse atrás y agregó: "Está bien, lo haremos. Pero prometemos no separarnos". Valentina sonrió nerviosa y dijo: "Vamos a necesitar linternas y algo de valor para entrar".

El grupo se preparó con todo lo que necesitaban y se adentraron en la misteriosa casa abandonada. Al principio, todo parecía oscuro y silencioso. Las paredes estaban cubiertas de polvo y telarañas. De repente, oyeron un ruido proveniente del sótano.

Todos se miraron entre sí con temor. "¿Escucharon eso?" preguntó Lucas. "Sí", respondieron los demás al unísono. Con mucho cuidado se acercaron al sótano y encontraron una puerta cerrada con llave.

"Creo que aquí está el secreto", dijo Sofía intrigada. Martín sacó su juego de ganzúas (que siempre llevaba consigo) e intentó abrir la puerta. Después de algunos intentos, lo logró.

Al abrir la puerta, se encontraron con una habitación secreta llena de libros antiguos y un mapa en el suelo. "¡Guau! ¡Esto es increíble!" exclamó Valentina emocionada. El mapa mostraba un tesoro escondido en el bosque cercano. Los amigos decidieron seguir el mapa y buscarlo juntos.

Caminaron por senderos estrechos y atravesaron arroyos hasta que finalmente llegaron a un árbol gigante. El mapa indicaba que el tesoro estaba enterrado bajo sus raíces. Con mucha emoción, comenzaron a cavar y cavaron hasta que encontraron una caja de madera antigua.

Al abrirla, descubrieron monedas de oro, joyas brillantes y una nota que decía: "Este tesoro pertenece a aquellos que trabajan juntos". Los amigos se miraron unos a otros con asombro.

Habían aprendido una valiosa lección sobre la importancia del trabajo en equipo y la amistad verdadera. Decidieron compartir el tesoro equitativamente entre ellos para recordar siempre este día especial.

Desde ese día, Lucas, Sofía, Martín y Valentina siguieron explorando juntos pero esta vez no solo casas abandonadas sino también nuevas aventuras en las que siempre trabajaban en equipo y valoraban su amistad por encima de todo.

FIN.

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