El tesoro del bosque de Zafiro



Había una vez en el bosque encantado de Zafiro, un pequeño sapito llamado Simón. Simón era muy curioso y siempre estaba buscando nuevas aventuras. Un día, mientras saltaba de hoja en hoja, vio algo brillante en el suelo.

Se acercó corriendo y descubrió que era una caja misteriosa con un candado. Simón se puso a pensar cómo podría abrirla y decidió buscar ayuda. -¡Hola, Cecilia! -llamó Simón a la caracolita más rápida del bosque-.

Necesito tu ayuda para abrir esta caja misteriosa. Cecilia salió de su caparazón y se deslizó hasta donde estaba Simón. -¡Claro que sí, amigo! Juntos podemos lograr cualquier cosa -respondió Cecilia entusiasmada.

Los dos amigos comenzaron a pensar en cómo podrían abrir la caja. Decidieron ir a visitar al sabio zorro Zacarías para pedirle consejo. -Zacarías, tenemos un problema -dijo Simón preocupado-. Encontramos una caja con un candado y no sabemos cómo abrirla.

Zacarías se rascó su barbilla peluda y luego sonrió. -Chicos, tengo una idea. Conozco a alguien que puede ayudarnos: el viejo búho Zenón. Él tiene mucha sabiduría y seguro sabe qué hacer.

Simón y Cecilia siguieron las indicaciones de Zacarías hasta llegar al árbol más alto del bosque donde vivía Zenón. El búho los recibió amablemente y les explicó que para abrir la caja debían buscar tres llaves escondidas en diferentes lugares del bosque.

La primera llave estaba oculta en el lago de cristal, la segunda se encontraba en la cueva oscura y la tercera estaba protegida por un dragón dormido. Sin perder tiempo, los amigos comenzaron su búsqueda.

Nadaron hasta lo más profundo del lago de cristal y encontraron la primera llave brillando entre las algas. Luego, se adentraron valientemente en la cueva oscura y con una linterna lograron encontrar la segunda llave escondida detrás de unas rocas. Por último, llegaron a una montaña donde dormía un feroz dragón.

Simón tuvo una idea ingeniosa. Usó sus habilidades para saltar y distrajo al dragón mientras Cecilia tomaba sigilosamente la tercera llave. Con las tres llaves en su poder, regresaron al lugar donde habían dejado la caja misteriosa.

Con mucha emoción, Simón giró cada una de las llaves hasta que el candado finalmente se abrió. Dentro de la caja encontraron un mapa antiguo que les mostraba el camino hacia un tesoro escondido en el corazón del bosque encantado.

-¡Increíble! ¡Encontramos algo aún más emocionante que una caja misteriosa! -exclamó Cecilia emocionada. Los amigos siguieron el mapa y descubrieron un cofre lleno de monedas doradas y gemas preciosas.

Estaban tan felices que decidieron compartir su tesoro con todos los habitantes del bosque encantado. Simón, Cecilia y Zacarías organizaron una gran fiesta en la que todos disfrutaron de la alegría y generosidad de los tres amigos.

Desde ese día, Simón, Cecilia y Zacarías se convirtieron en los héroes del bosque encantado de Zafiro. Siempre estuvieron dispuestos a ayudar a los demás y recordaban con gratitud el día en que juntos descubrieron que la amistad y la perseverancia pueden abrir cualquier caja misteriosa.

FIN.

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