El tesoro del bosque encantado



En un rincón olvidado del bosque, vivía una familia diminuta. Oliver, Laura y su hija Paloma, eran seres pequeños en busca de aventuras.

Un día, Paloma decidió explorar más allá de los límites del bosque, a pesar de las advertencias de sus padres. Con valentía, se adentró en el frondoso bosque y descubrió un camino desconocido. Mientras caminaba, encontró una misteriosa cueva con inscripciones antiguas en las paredes.

Emocionada, decidió regresar a casa para contarles a sus padres lo que había descubierto. - Mamá, papá, hoy encontré una cueva mágica en el bosque. ¡Debemos explorarla juntos! - exclamó emocionada Paloma. Sus padres, algo preocupados, accedieron a acompañarla al día siguiente. Al amanecer, la familia diminuta se preparó para la aventura.

Armados con linternas y valor, se adentraron en la cueva. Descubrieron un tesoro brillante que iluminaba la oscuridad con destellos mágicos.

Emocionados, entendieron que el tesoro del bosque encantado no era oro ni joyas, sino el valor de la unión familiar y la valentía para enfrentar lo desconocido. Con su tesoro en el corazón, regresaron a su cabaña con una lección que siempre recordarían.

FIN.

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