El Tesoro del Bosque Encantado



Había una vez, en un reino no tan lejano, un príncipe llamado Leo. A diferencia de otros príncipes, Leo era un apasionado explorador. Siempre soñaba con encontrar tesoros ocultos y descubrir secretos en el bosque que rodeaba su castillo. Sin embargo, había una advertencia: en el bosque habitaba un monstruo gigante que todos temían.

Un día, Leo decidió que era hora de conocer al monstruo y descubrir si realmente era tan terrible como decían. Preparó su mochila con una linterna, una brújula y un bocadillo.

"+Voy a encontrar a ese monstruo y mostrarle que no tengo miedo!" - se dijo a sí mismo mientras cruzaba la puerta del castillo.

Al entrar al bosque, Leo se maravilló con la belleza de la naturaleza. Los árboles eran altos como torres y los pájaros cantaban dulces melodías. Pero, a medida que avanzaba, el silencio del bosque comenzó a inquietarlo.

De repente, un gran estruendo resonó entre los árboles.

"¿Quién osa perturbar mi paz?" - rugió una voz temible.

Leo se detuvo en seco. A lo lejos, vio una sombra enorme moviéndose entre los árboles. Sintiendo un nudo en el estómago, reunió todo su coraje y llamó:

"+¡Soy Leo, el príncipe! ¡No vengo a hacerte daño!"

Para su sorpresa, el monstruo apareció. Era gigante, cubierto de escamas verdes brillantes y con unos ojos grandes y amables.

"¿Príncipe?" - respondió el monstruo, frunciendo el ceño. "+La mayoría de los humanos huyen de mí. Siempre me ven como un enemigo. ¿Por qué no te asustas como los demás?"

Leo sonrió y dijo:

"Porque creo que no eres un enemigo. Debe de haber algo especial en ti. ¿Cómo te llamas?" -

"Me llaman Grom, y he estado solo por tanto tiempo. La gente siente miedo y no se toma el tiempo de conocerme. Vivo aquí para proteger un tesoro del bosque que nadie ha encontrado."

Intrigado, Leo se acercó lentamente.

"¿Un tesoro? Cuéntame más, por favor."

Grom, viendo que Leo no le temía, empezó a relatar la historia del tesoro:

"Este bosque guarda un tesoro que trae felicidad y paz. Pero sólo puede ser encontrado por alguien que tenga un corazón valiente y puro. Es un lugar misterioso lleno de pruebas que ayudan a los que buscan el verdadero valor del tesoro".

Leo, emocionado por la idea de una aventura, le propuso a Grom:

"¡Yo quiero ayudar! Juntos podemos encontrarlo. Tal vez no sólo sea un tesoro de oro, sino algo más valioso."

Grom titubeó, pero finalmente sonrió.

"Está bien, príncipe. Pero ten cuidado, el camino no es fácil. Primero, debemos cruzar el Lago Espejo. La leyenda dice que aquellos que no son sinceros no podrán cruzar."

Ambos llegaron al Lago Espejo. Sus aguas eran tranquilas y reflejaban sus rostros.

"Solo hay que ser sinceros sobre nuestros miedos", dijo Grom.

"Yo temo ser un príncipe que nunca será valiente", confesó Leo. Grom hizo lo mismo.

"Yo temo estar solo para siempre. "

Al compartir sus miedos, el lago se iluminó y formó un camino de piedras flotantes que les permitió cruzar.

A medida que avanzaban, enfrentaron retos, como resolver acertijos de árboles sabios y atravesar campos de flores que bailaban. Cada desafío les enseñaba algo nuevo sobre la amistad, la valentía y la honestidad.

Finalmente, llegaron a una cueva oculta donde se decía que estaba el tesoro.

"¿Qué crees que encontraremos aquí?" - preguntó Leo, con una mezcla de emoción y nervios.

"Nada que ver con oro, pero quizás algo más hermoso" - respondió Grom.

Al entrar, encontraron un antiguo árbol con hojas doradas que brillaban intensamente. En su base, había un cofre. Leo abrió el cofre y en lugar de oro, había un libro antiguo.

"Este libro contiene historias del bosque y de las aventuras de quienes son valientes y comparten su corazón". - dijo Grom.

Leo, comprendiendo finalmente el mensaje, sonrió.

"El verdadero tesoro es la amistad que hemos forjado y las historias que pasaremos a otros".

Grom, emocionado, asintió.

"Sí, nunca más estaré solo."

Con el libro en mano, Leo y Grom regresaron al castillo, donde Leo decidió contar su aventura y transformar lo que parecía ser un monstruo aterrador en un héroe bondadoso. Desde ese día, el bosque no solo fue un lugar de misterio, sino un hogar lleno de historias y risas.

Y así, Leo y Grom continuaron compartiendo sus aventuras, enseñando a los demás que lo más valioso en la vida son la amistad y el coraje para enfrentar nuestros miedos.

FIN.

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