El tesoro del campo

Había una vez en los verdes campos de la Pampa Argentina, un grupo de amigos llamados Mateo, Martina, Juan y Sofía, que se reunían todos los días para jugar y explorar.

Un día, descubrieron un antiguo mapa que indicaba la ubicación de un tesoro escondido en un campo cercano. Emocionados por la idea de encontrar un tesoro, decidieron ir en busca de él sin darse cuenta de que estaban entrando en un campo privado.

Al llegar al lugar señalado en el mapa, empezaron a cavar en busca del tesoro, ajeno a que estaban causando daño a la propiedad de alguien.

De repente, escucharon unos pasos y vieron a un señor enfurecido que los acusaba de haber robado y dañado su campo. Desconcertados, los amigos intentaron explicarle que solo estaban buscando el tesoro del mapa, pero el dueño del campo llamó a la policía y los chicos fueron detenidos.

En la comisaría, los amigos se dieron cuenta de que habían cometido un grave error al no pedir permiso para ingresar al campo y que sus acciones habían causado un gran daño. Decidieron disculparse con el dueño del campo y ofrecieron ayudar en lo que fuera necesario para reparar el daño.

Sorprendido por la actitud de los chicos, el dueño del campo decidió perdonarlos y aceptó su ayuda. Los amigos pasaron días trabajando arduamente, reparando las áreas dañadas y ayudando en las tareas del campo.

Aprendieron el valor del respeto por la propiedad ajena, la importancia de pedir permiso antes de ingresar a un lugar privado y la responsabilidad de corregir sus errores. Al final, encontraron una gran recompensa en la amistad del dueño del campo y en la lección aprendida.

Desde entonces, los amigos disfrutaron de su tiempo explorando y jugando, pero siempre pidiendo permiso y respetando la propiedad ajena.