El tesoro del cielo azul

En un pequeño pueblo, vivía una bisquita llamada Bianca. Bianca era una bisquita especial, ya que en lugar de ser de color blanco, como la mayoría de las bisquitas, era azul como el cielo.

Bianca siempre soñaba con volar y tocar el cielo. Un día, un sabio viejito le dijo a Bianca que para poder volar, necesitaba encontrar el tesoro del cielo azul. "¿El tesoro del cielo azul? ¿Qué es eso?" preguntó Bianca con curiosidad.

"Es un tesoro especial que solo puede encontrarse siguiendo las señales de los elementos que lo componen: un sorbo de whisky, una cerveza fría, y el perfume de una flor rara", respondió el sabio.

Sin dudarlo, Bianca decidió emprender la búsqueda del tesoro del cielo azul. Primero, se dirigió al bosque de las fragancias, donde encontró el perfume perfecto. Luego, fue al río de la espuma dorada y consiguió la mejor cerveza del lugar.

Por último, fue a la montaña de los susurros y obtuvo un sorbo de whisky de las manos del viento. Con estos tres elementos tan distintos, se encaminó hacia el cielo. Buscó entre las nubes y encontró un brillante cofre celeste resplandeciendo junto a una estrella.

Abrió el cofre y dentro halló una hermosa gema azul. Cuando la tocó, un haz de luz la envolvió y la llevó volando por el cielo. Por fin, Bianca había conseguido tocar el cielo.

A partir de ese día, cada vez que la gema azul brillaba, el cielo se llenaba de colores mágicos para alegrar a todos los habitantes del pueblo.

La historia de Bianca, la bisquita que tocó el cielo, se convirtió en un símbolo de perseverancia y valentía para todos los niños del lugar.