El Tesoro del Coraje



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Alegre, vivía un niño llamado Tomás. Tomás era un niño muy curioso y siempre estaba buscando nuevas aventuras para explorar.

Un día, mientras jugaba en el parque del pueblo, Tomás encontró un libro antiguo debajo de un banco.

El libro tenía una portada desgastada y páginas amarillentas, pero eso no importaba para Tomás, ¡le encantaba leer! Tomás abrió el libro y comenzó a leer la historia de un valiente pirata llamado Capitán Diego. La historia hablaba sobre cómo el Capitán Diego había perdido su barco en una tormenta feroz y ahora necesitaba encontrar un nuevo tesoro para poder construir uno nuevo.

Tomás quedó fascinado con la historia del Capitán Diego y decidió que él también quería ser como él: valiente y aventurero. Así que se embarcó en su propia búsqueda de tesoros.

Recorriendo todo el pueblo en busca de pistas, Tomás descubrió que había tres pruebas que debía superar para obtener el mapa del tesoro escondido por el Capitán Diego.

La primera prueba consistía en resolver acertijos matemáticos difíciles; la segunda prueba era encontrar objetos ocultos en lugares secretos; y la tercera prueba requería coraje para enfrentarse a sus miedos más profundos. Con determinación y entusiasmo, Tomás se puso manos a la obra.

Resolvió los acertijos matemáticos con facilidad gracias a su inteligencia; encontró todos los objetos ocultos utilizando su aguda visión; pero cuando llegó a la tercera prueba, se dio cuenta de que tenía miedo de los perros. Tomás había tenido una mala experiencia con un perro en el pasado y desde entonces le tenía mucho temor.

Pero sabía que si quería ser como el valiente Capitán Diego, debía enfrentar sus miedos. Un día, mientras caminaba por el parque, Tomás vio a un perro pequeño sentado solo en un banco. El perro parecía triste y asustado.

Tomás se acercó despacio al perro y notó que tenía una pata lastimada. "Pobrecito, ¿te has perdido?"- preguntó Tomás con ternura. El perro movió la cola y ladró suavemente como respuesta.

Sin pensarlo dos veces, Tomás decidió llevar al perrito al veterinario para que lo cuidaran y curaran su patita herida. Mientras esperaban en la sala de espera del veterinario, Tomás se dio cuenta de que ya no sentía miedo hacia los perros.

Había encontrado el coraje dentro de sí mismo para ayudar a este pequeño animal indefenso. Después de unos días, el perrito se recuperó por completo y estaba listo para irse a casa con su nueva familia adoptiva.

Cuando llegaron al parque donde lo encontraron, el dueño del perrito les entregó un mapa muy antiguo como recompensa por haberlo cuidado tan bien.

Tomás abrió el mapa emocionado y descubrió que era nada menos que ¡el mapa del tesoro del Capitán Diego! Con lágrimas en los ojos por la alegría, Tomás comprendió que había superado todas las pruebas y había encontrado su propio tesoro: el coraje para enfrentar sus miedos. Desde ese día, Tomás se convirtió en un niño valiente y aventurero.

Siguió leyendo libros y explorando nuevos lugares con su nuevo amigo perrito a su lado. Y así, la historia de Tomás nos enseña que no importa cuán grandes sean nuestros miedos, siempre podemos encontrar el coraje dentro de nosotros mismos para superarlos y alcanzar nuestros sueños.

FIN.

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