El Tesoro del Corazón
Había una vez, en un pequeño pueblo llamado Estrellita, cuatro amigas muy especiales: Lisa, Jennie, Jisoo y Rose. Eran inseparables y siempre estaban dispuestas a ayudarse mutuamente.
Un día soleado, mientras exploraban el bosque cercano a su pueblo, encontraron un mapa antiguo que parecía guiarlas hacia un tesoro escondido. Emocionadas por la aventura que les esperaba, decidieron seguir las indicaciones del mapa. Caminaron durante horas hasta llegar a una cueva oscura y misteriosa.
Con valentía, entraron y descubrieron una sala llena de tesoros brillantes. Pero justo cuando se acercaban para tomarlos, escucharon una voz ronca que decía: "¡Deténganse!"Las amigas se miraron entre sí con temor pero decidieron no rendirse tan fácilmente.
La voz pertenecía al Guardián del Tesoro quien les explicó que solo podrían quedarse con los tesoros si demostraban su valentía y generosidad. El Guardián del Tesoro les propuso tres desafíos para probar su valor.
El primer desafío consistía en cruzar un puente colgante sobre un abismo profundo sin caerse. Lisa fue la primera en intentarlo y con mucho equilibrio logró cruzar el puente sin problemas. Luego fue el turno de Jennie quien también lo logró gracias a su determinación.
Sin embargo, cuando le tocó a Jisoo intentar cruzar el puente, comenzó a sentir miedo y dudó de sus habilidades. Fue entonces cuando Rose tomó su mano y le dijo: "Confía en ti misma, Jisoo. Sé que puedes hacerlo".
Con el apoyo de sus amigas, Jisoo encontró la fuerza para cruzar el puente y superar su miedo. El segundo desafío era resolver un complicado acertijo.
Lisa, con su inteligencia y habilidad para resolver problemas, se puso manos a la obra y descifró el misterio. Jennie también contribuyó con sus ideas creativas y juntas lograron resolverlo. En el último desafío, tenían que compartir una parte del tesoro con alguien necesitado.
Las chicas buscaron por todo el pueblo hasta encontrar a una anciana muy humilde llamada Doña Carmen. Le regalaron una joya preciosa y ella les agradeció infinitamente. Cuando volvieron ante el Guardián del Tesoro, este sonrió satisfecho al ver su valentía y generosidad.
Les dijo que habían demostrado ser verdaderas amigas dignas del tesoro escondido.
Las chicas recibieron cada una un objeto especial como recompensa: Lisa obtuvo un libro lleno de conocimiento; Jennie recibió un violín encantado; Jisoo fue obsequiada con una caja llena de colores mágicos; y Rose recibió un diario donde podría escribir sus sueños más grandes.
Con los objetos en sus manos, las cuatro amigas se dieron cuenta de que lo más valioso no era el tesoro material, sino la amistad sincera que habían construido entre ellas durante esa aventura. Desde ese día, Lisa, Jennie, Jisoo y Rose siguieron explorando juntas nuevos caminos llenos de aprendizaje e inspiración, siempre recordando que la verdadera riqueza está en el amor y la amistad.
Y así, su historia se convirtió en leyenda en el pueblo de Estrellita, inspirando a otros niños a valorar y cuidar de sus amistades más preciadas.
FIN.