El Tesoro del Graffiti



Jano y Alia eran dos amigos inseparables que asistían a la misma escuela. Un día, mientras caminaban por los pasillos de su colegio, notaron algo extraño en uno de los muros.

Había aparecido un grafiti misterioso que decía: "El tesoro está cerca". - ¡Mira, Jano! ¿Has visto esto? - exclamó Alia emocionada. - Sí, es increíble. Parece que tenemos un nuevo caso por resolver. ¡Nos convertiremos en detectives! - respondió Jano con entusiasmo.

Decidieron comenzar a investigar el grafiti y buscar pistas para descubrir quién lo había hecho y qué tesoro ocultaba. Empezaron revisando el mural detenidamente y encontraron una pequeña flecha dibujada debajo del mensaje.

- Creo que esta flecha nos indica hacia dónde debemos ir - dijo Jano señalando hacia el patio trasero de la escuela. Ambos se dirigieron al patio trasero siguiendo la dirección indicada por la flecha. Allí encontraron otra pista: un papel doblado cuidadosamente bajo una piedra.

- ¡Mira Alia, hemos encontrado algo más! - exclamó Jano mientras recogía el papel. Desplegaron el papel con cuidado y descubrieron un mapa dibujado a mano. El mapa mostraba diferentes lugares dentro del colegio marcados con X.

- Parece que tendremos que visitar estos lugares para encontrar más pistas - sugirió Alia emocionada. Comenzaron su búsqueda visitando cada uno de los lugares marcados en el mapa.

Encontraron mensajes secretos detrás de cuadros, bajo las escaleras y hasta en el patio de juegos. - ¡Esto es emocionante! - exclamó Jano mientras descifraba un mensaje oculto en el arenero. Decía: "El último desafío está en la biblioteca". Rápidamente, se dirigieron a la biblioteca y buscaron pistas por todos los rincones.

Después de mucho buscar, encontraron un libro con una página marcada. - ¡Aquí está! - gritó Alia sosteniendo el libro en sus manos. La página marcada tenía un acertijo que decía: "Busca debajo del reloj más antiguo de la escuela".

Ambos recordaron haber visto un reloj antiguo en el pasillo principal y corrieron hacia allí. Cuando llegaron al reloj, lo examinaron cuidadosamente y descubrieron una pequeña llave escondida detrás de él.

Sabían que esa llave era importante para resolver el misterio del tesoro. Decidieron regresar al mural donde comenzó todo y buscar algún lugar donde pudieran usar la llave. Fue entonces cuando notaron que había una cerradura justo debajo del grafiti.

Con emoción, Jano insertó la llave en la cerradura y giró. El mural se abrió revelando un pequeño compartimento secreto dentro del muro. Dentro encontraron un cofre lleno de monedas antiguas y joyas brillantes. - ¡Hemos encontrado el tesoro! - exclamaron ambos amigos emocionados.

Su aventura como detectives había sido todo un éxito. Aprendieron sobre trabajo en equipo, perseverancia y nunca darse por vencidos frente a los desafíos.

Jano y Alia decidieron compartir su hallazgo con sus compañeros de clase y la directora de la escuela. Todos celebraron juntos el éxito de los pequeños detectives y aprendieron que, a veces, las mayores sorpresas se encuentran cuando menos lo esperas.

A partir de ese día, Jano y Alia se convirtieron en los héroes del colegio y siguieron resolviendo misterios juntos, demostrando que con ingenio y determinación, cualquier problema puede ser solucionado.

FIN.

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