El tesoro del lago misterioso
Pepe, Lola y Bruno se levantaron temprano y se encontraron en el parque. Decidieron comenzar su día de aventuras explorando el bosque cercano. Mientras caminaban por el sendero, Pepe notó algo brillante entre los árboles.
Se acercó curioso y descubrió un mapa del tesoro enterrado en la tierra. Emocionados, decidieron seguir las indicaciones del mapa para encontrar el tesoro escondido. Siguiendo las flechas dibujadas en el mapa, llegaron a una cueva oscura.
Con valentía, ingresaron al interior de la cueva con linternas en mano. Allí encontraron enormes estalactitas y estalagmitas que brillaban como diamantes bajo la luz de sus linternas. De repente, escucharon un ruido extraño detrás de ellos.
Se dieron vuelta asustados y vieron a un murciélago colgado del techo de la cueva. El murciélago les habló:- ¡Hola amigos! ¿Están buscando algo? - Sí -respondió Pepe emocionado-. Estamos siguiendo este mapa del tesoro.
El murciélago sonrió y les dijo que había visto algo parecido cerca del lago misterioso al final del sendero. Los tres amigos salieron corriendo de la cueva hacia el lago misterioso.
Cuando llegaron allí, quedaron maravillados por lo hermoso que era: aguas cristalinas rodeadas de flores multicolores y un arco iris reflejado en su superficie. Mientras disfrutaban del paisaje, Lola vio una pequeña isla en medio del lago. Decidieron nadar hasta ella y, para su sorpresa, encontraron una caja de madera escondida entre las rocas.
- ¡Es el tesoro! -exclamó Bruno emocionado. Abrieron la caja y dentro encontraron una carta escrita por un pirata llamado Capitán Garfio.
En la carta explicaba cómo había enterrado su tesoro años atrás y deseaba que los niños lo encontraran algún día. Lola leyó en voz alta mientras Pepe y Bruno escuchaban atentos:- Queridos aventureros, felicidades por encontrar mi tesoro. Este mapa era solo el comienzo de sus propias aventuras.
Espero que siempre sigan explorando, descubriendo nuevos lugares y aprendiendo cosas nuevas juntos. El verdadero tesoro está en los momentos compartidos con amigos como ustedes.
Pepe, Lola y Bruno se miraron sonrientes y se dieron cuenta de lo valioso que era su amistad y todas las experiencias maravillosas que habían vivido juntos ese día. Decidieron guardar el mapa del tesoro como recuerdo de esa increíble aventura y prometieron seguir explorando juntos cada vez que tuvieran la oportunidad.
Y así, Pepe, Lola y Bruno siguieron disfrutando de muchas más aventuras llenas de diversión mientras crecían juntos como amigos inseparables.
FIN.