El Tesoro del Lejano Oeste
En el tranquilo pueblo del lejano oeste, corría el rumor de que había oro escondido en las montañas.
Un forastero malo llegó con la intención de encontrar un mapa que lo llevara al tesoro, pero nadie sabía que el único que poseía ese mapa era el padre de la iglesia, quien lo guardaba en secreto para protegerlo de aquellos que buscaran el oro con malas intenciones.
Mientras tanto, la cantina de John estaba llena de buscadores de metales y piedras preciosas, todos ansiosos por hacer fortuna. Entre ellos se encontraba un pueblerino temeroso que, al cruzarse con el forastero, sintió un escalofrío recorriendo su espalda. El forastero, con su mirada fría, intimidaba a todos a su paso.
Sin embargo, el pueblerino decidió enfrentar su miedo y hablar con él para tratar de entender sus verdaderas intenciones. "¿Qué buscas en nuestro pacífico pueblo?" preguntó el pueblerino con voz temblorosa.
El forastero respondió con rudeza: "No es asunto tuyo, ni de nadie más. Solo vengo por lo que me pertenece." El pueblerino, decidido a ayudar a su comunidad, decidió investigar y descubrió que el padre de la iglesia tenía el mapa del tesoro.
Con valentía, se acercó al padre y le contó sobre el forastero y sus malas intenciones. El padre, preocupado, decidió revelarle al pueblerino la existencia del mapa y juntos idearon un plan para proteger el tesoro y su pueblo.
Mientras tanto, en la cantina de John, los buscadores de oro comenzaron a notar la presencia del forastero y algunos comenzaron a sentirse inquietos. Entre ellos, un minero sabio y experimentado propuso unirse para enfrentar la amenaza que el forastero representaba.
Así, el pueblo se unió en la búsqueda del tesoro, no por la codicia del oro, sino para proteger su hogar de aquellos que buscaran hacerle daño. Luego de una emocionante y peligrosa aventura, lograron derrotar al forastero y proteger el mapa del tesoro.
Finalmente, el pueblo decidió utilizar el oro para mejorar la calidad de vida de todos sus habitantes, demostrando que juntos, con valentía y solidaridad, podían superar cualquier desafío.
FIN.