El Tesoro del Mar



Julianna, Naiara y Danna estaban emocionadas. Habían planeado un día de playa juntas y finalmente estaban ahí, con el sol brillando sobre sus rostros y el sonido del mar de fondo.

Decidieron explorar un poco y se adentraron en el agua cristalina. "¡Miren todos esos peces de colores tan bonitos!" exclamó Julianna señalando hacia el fondo. Las niñas se sumergieron y empezaron a jugar con los peces, maravilladas por la diversidad y belleza que el mar les ofrecía.

Después de un rato, salieron del agua y se sentaron en la arena caliente. Danna dijo: "¿Y si jugamos a buscar tesoros?". Todas se entusiasmaron y empezaron a buscar en la orilla. De repente, Naiara gritó emocionada: "¡Encontré algo brillante!".

Era una vieja botella de vidrio con un pergamino adentro. Con cuidado, sacaron el pergamino y lo desenrollaron. Había un mapa con una X marcando un lugar en la isla. Decidieron seguir el mapa y emprender una aventura.

Caminaron por la playa, treparon rocas y exploraron cuevas hasta que finalmente llegaron al lugar marcado en el mapa. Cavaron con entusiasmo y encontraron un cofre. Al abrirlo, descubrieron que estaba lleno de libros.

Julianna sonrió y dijo: "Este es un tesoro diferente, el tesoro del conocimiento y la imaginación". Las niñas comprendieron que la verdadera riqueza no siempre está hecha de oro y joyas, a veces puede encontrarse en cosas que alimentan la mente y el alma.

Contentas y emocionadas, regresaron a casa con la promesa de seguir explorando juntas, tanto el mundo real como el mundo de la imaginación.

FIN.

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