El Tesoro del Piso Misterioso



Había una vez en la Universidad Argentina de la Empresa, cinco amigas muy curiosas y aventureras: Valentina, Guadalupe, Victoria, Abril y Valentina (sí, dos Valentinas).

Les encantaba recorrer cada rincón de su facultad en busca de nuevas experiencias y secretos por descubrir. Un día soleado decidieron adentrarse en un edificio que nunca habían explorado. Mientras subían las escaleras, hablaban emocionadas sobre lo emocionante que sería encontrar algo nuevo.

Sin embargo, al llegar al último piso se dieron cuenta de que estaban perdidas. - ¡Chicas! ¿Dónde estamos? -preguntó Guadalupe con preocupación. - No lo sé, pero seguro que es un lugar increíble -respondió optimista Victoria. Decidieron empezar a caminar por los pasillos desconocidos en busca de una salida.

Pronto descubrieron que ese piso era diferente a todos los demás. Estaba lleno de libros antiguos, cuadros misteriosos y objetos curiosos. - ¡Miren esto! ¡Es un mapa del tesoro! -exclamó Abril señalando un pergamino colgado en una pared.

Las chicas se miraron emocionadas y decidieron seguir las pistas del mapa para encontrar el tesoro escondido en ese misterioso lugar.

Caminaron entre estanterías polvorientas, resolvieron acertijos y atravesaron habitaciones secretas hasta llegar a una sala iluminada por la luz de unas antorchas. En el centro de la habitación encontraron un cofre antiguo con brillantes gemas y monedas doradas.

Al abrirlo, encontraron un mensaje escrito en letras doradas: "El verdadero tesoro está en la amistad y el trabajo en equipo". Las chicas se abrazaron felices, sabiendo que habían encontrado algo mucho más valioso que cualquier joya: habían fortalecido su amistad y demostrado lo importante que es confiar y apoyarse mutuamente.

Con el corazón lleno de alegría, emprendieron juntas el camino de regreso hacia la salida. Esta vez no se sentían perdidas, porque sabían que mientras estuvieran juntas podrían enfrentar cualquier desafío que se les presentara.

Y así, Valentina, Guadalupe, Victoria Abril y Valentina (la otra) salieron victoriosas del piso misterioso llevando consigo no solo el recuerdo de esa increíble aventura sino también la certeza de que su amistad era el mayor tesoro que podían tener.

Desde ese día siguieron explorando nuevos lugares en su universidad con valentía y complicidad, sabiendo que juntas eran invencibles.

FIN.

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